PUBLICADO: junio 9, 2025 | 2:33 pm

Fotoféresis extracorpórea en el IMSS: innovación que mejora la calidad de vida de menores con rechazo de trasplante

El IMSS aplica fotoféresis extracorpórea en menores con EICR tras un trasplante de células troncales reduciendo inmunosupresores.
Fotoféresis extracorpórea en el IMSS innovación que mejora la calidad de vida de menores con rechazo de trasplante

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El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha incorporado la fotoféresis extracorpórea como terapia avanzada para niñas, niños y adolescentes que presentan enfermedad injerto contra receptor (EICR) tras un trasplante de células troncales hematopoyéticas. Este procedimiento inmunomodulador reduce la dependencia crónica de inmunosupresores y abre una vía de mejora sustancial en la calidad de vida de los pacientes pediátricos.

Innovación terapéutica en el IMSS

El Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza dispone desde 2025 de un programa de fotoféresis extracorpórea dirigido a menores con complicaciones de rechazo luego de un trasplante de células troncales hematopoyéticas (CTH) Comunicado IMSS No. 289/2025. Hasta ahora, con una meta de 70 trasplantes para el año, se proyecta que cerca de 30 pacientes pediátricos desarrollen EICR y puedan beneficiarse de este tratamiento, cuyo objetivo es modular la respuesta inmunológica sin sacrificar el éxito oncológico o trasplantológico.

Definición y mecanismo de la fotoféresis extracorpórea

La fotoféresis extracorpórea (ECP) es un procedimiento en el que la sangre se extrae del paciente, se aísla la fracción leucocitaria, se expone a un agente fotosensibilizante y a luz ultravioleta, y luego se reinfunde al organismo. Según el Diccionario de Términos de Cáncer del NCI, “se trata de una técnica en la cual la sangre se somete a luz ultravioleta y fármacos que se activan con la luz”.

De acuerdo con las guías de la European Dermatology Forum (EDF), ECP consta de cuatro etapas básicas:

  1. Aferesis leucocitaria: extracción de sangre y separación de las células blancas mediante centrifugación.
  2. Fotosensibilización ex vivo: incubación con 8-metoxipsoraleno.
  3. Irradiación con UVA: activación del fotosensibilizante en las células T patológicas.
  4. Reinfusión celular: regreso de los leucocitos tratados al torrente sanguíneo, induciendo tolerancia inmunológica.

Este mecanismo selectivo elimina o modifica los linfocitos T agresores, preservando la respuesta inmunitaria protectora y reduciendo los efectos adversos asociados a las altas dosis de esteroides y otros inmunosupresores.

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Eficacia clínica y reducción de inmunosupresores

Las guías actualizadas de la EDF (2020) avalan la fotoféresis extracorpórea como tratamiento de segunda línea para EICR y otras complicaciones postrasplante, destacando su perfil de seguridad y su capacidad “glucocorticoidesparing”, con tasas de respuesta cercanas al 60 % en diversos estudios clínicos.

Menor uso de esteroides: se logra reducir dosis y frecuencia de corticoides, evitando efectos como descalcificación ósea, hipertensión y riesgo elevado de infecciones.

Ausencia de toxicidad sistémica significativa: los eventos adversos hipotensión transitoria, taquicardia o anemia leve son generalmente reversibles y manejables en el entorno hospitalario.

Versatilidad: ECP también ha demostrado utilidad en rechazo de trasplantes de órgano sólido (riñón, pulmón, corazón) y en enfermedad injerto contra huésped crónica.

Un consenso de la Sociedad Italiana de Hemaféresis y del Grupo Italiano de Trasplante de Médula Ósea (SIdEM-GITMO) respalda además la implementación de ECP en población pediátrica, señalando su perfil de seguridad y la ausencia de datos que contraindiquen su uso en niños.

Incidencia de la EICR y proyecciones para 2025

Según el Dr. Emmanuel R. Rodríguez Cedeño, hematólogo pediatra del CMN La Raza, la probabilidad de desarrollar EICR varía según la compatibilidad del donador:

  • Donadores genitores (madre o padre): 4 de cada 10 pacientes presentan EICR.
  • Donadores HLA idénticos (hermanos): 1 de cada 10 pacientes desarrollan la complicación.

Con 70 trasplantes proyectados para 2025, se espera que aproximadamente 30 menores requieran terapia de fotoféresis, posicionando al IMSS como referente nacional en abordajes avanzados para complicaciones postrasplante.

Caso clínico destacado: recuperación de José Ángel

José Ángel, de 12 años, recibió en 2023 un trasplante de CTH en el CMN Siglo XXI para tratar leucemia linfoblástica aguda. Tras un inicio exitoso, meses más tarde presentó EICR con afección cutánea y articular que le restringió movilidad y calidad de vida.

  • Inicio de ECP: 30 de abril de 2024 en el CMN La Raza.
  • Protocolo: sesiones quincenales, complementadas con seguimiento neuromuscular y dermatológico.
  • Resultados: recuperación de fuerza muscular, disminución de fibrosis en manos, mayor elasticidad de la piel y retorno progresivo a actividades escolares presenciales.

La señora Belén, madre de José Ángel, relata que “desde la primera sesión de fotoféresis, su cuerpo respondió favorablemente. Ahora sube escaleras, escribe sin dolor y retoma su vida con normalidad, sin depender de dosis altas de esteroides”.

Desafíos y perspectivas de expansión

La replicabilidad de este modelo en otros centros del país enfrenta retos clave:

  1. Infraestructura y capacitación: adquisición de equipos de fotoféresis y formación de equipos multidisciplinarios (hematología, inmunología, nefrología y enfermería).
  2. Monitoreo postratamiento: creación de un registro nacional de pacientes para evaluar eficacia, seguridad a largo plazo y calidad de vida.
  3. Acceso equitativo: definir criterios de cobertura y protocolos de derivación que garanticen atención oportuna a nivel nacional.
  4. Generación de evidencia pediátrica: impulsar estudios observacionales y ensayos controlados que fortalezcan las recomendaciones específicas para población infantil.

Un nuevo horizonte terapéutico para menores trasplantados

La incorporación de la fotoféresis extracorpórea en el IMSS representa un avance significativo en el manejo de la enfermedad injerto contra receptor en menores. Con respaldo de guías internacionales y casos clínicos exitosos, esta terapia se perfila como una estrategia segura y eficaz para mejorar la calidad de vida, reduciendo la carga de inmunosupresores y las complicaciones asociadas. El reto ahora es consolidar su expansión en todo el país y generar evidencia sólida que sustente su implementación en pediatría.

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