PUBLICADO: septiembre 4, 2025 | 9:38 am

CSG abre consulta pública sobre exclusión de medicamentos del Compendio Nacional de Insumos para la Salud

El proyecto de exclusión de medicamentos del Compendio Nacional abre un debate sobre acceso, seguridad y continuidad en el manejo del dolor, la anestesia y los cuidados paliativos en el sistema de salud mexicano.
CSG abre consulta pública sobre exclusión de medicamentos del Compendio Nacional de Insumos para la Salud

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El Consejo de Salubridad General (CSG) de México, mediante la Comisión del Compendio Nacional de Insumos para la Salud y el Comité Técnico Específico de Medicamentos Alopáticos, Homeopáticos y Herbolarios, ha publicado un proyecto de exclusión de medicamentos del Compendio Nacional de Insumos para la Salud. La iniciativa se encuentra en consulta pública entre el 25 de agosto y el 22 de septiembre de 2025, plazo en el que las instituciones públicas de salud, profesionales, asociaciones y ciudadanos pueden presentar observaciones con sustento técnico.

La propuesta abarca un listado amplio que incluye analgésicos, anestésicos y medicamentos empleados en cuidados paliativos. Entre los más destacados se encuentran opioides potentes y de uso hospitalario, como buprenorfina, fentanilo, hidromorfona, morfina y oxicodona, además de fármacos sedantes, antiinflamatorios y gastroprotectores.

La lista incorpora moléculas como biperideno, dexmedetomidina, diazepam, flunitrazepam, ibuprofeno, ketamina, midazolam, nalbufina, paracetamol, ranitidina y vecuronio, entre otros. Cada uno de estos medicamentos se presenta en el documento con sus claves oficiales, indicaciones autorizadas, riesgos, interacciones, efectos adversos y contraindicaciones.

Ejemplos de exclusión y riesgos clínicos

Entre los casos más sensibles, el informe detalla:

  • Buprenorfina (clave 040.000.2100.01, tableta sublingual): indicada en dolor moderado a severo, se describe como un agonista parcial del receptor opioide-µ y antagonista del receptor κ, con potencia de 25 a 100 veces superior a la morfina. Su clasificación de riesgo en embarazo es X.
  • Dexmedetomidina (solución inyectable): sedante y analgésico sin depresión respiratoria, con riesgo D en embarazo. Se emplea en dolor postoperatorio.
  • Fentanilo (clave 040.000.7028.00, solución inyectable): utilizado en anestesia y analgesia intraoperatoria, es 50 a 100 veces más potente que la morfina. Sus principales riesgos incluyen depresión respiratoria y alta dependencia.
  • Ibuprofeno (múltiples claves, en tabletas, cápsulas e inyectables): antiinflamatorio no esteroideo con contraindicación en pacientes con antecedentes de úlcera o riesgo de hemorragia gastrointestinal. Se clasifica con riesgo B y D en embarazo, según la formulación.
  • Morfina (múltiples claves): fundamental en dolor agudo y crónico asociado a cáncer y trauma, con efectos adversos graves como adicción y depresión respiratoria.
  • Oxicodona (claves 040.000.4032.01 y 040.000.4033.01, tabletas de liberación prolongada): empleada en dolor grave, con efectos adversos que incluyen paro respiratorio y dependencia física.
  • Ranitidina (claves 010.000.1234.00 y 010.000.1234.01, solución inyectable): inhibidor H2 para úlceras y gastritis, retirado en varios países por riesgos de impurezas.

La exclusión de estas moléculas impactaría de forma directa en áreas críticas como anestesia, analgesia en cuidados intensivos y tratamientos paliativos.

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Implicaciones para el acceso y la práctica clínica

Desde una perspectiva analítica, la exclusión de medicamentos de uso consolidado genera varias implicaciones:

  • Acceso a tratamientos críticos: opioides como fentanilo, morfina y oxicodona son pilares del manejo del dolor severo y de cuidados paliativos. Su exclusión podría limitar opciones terapéuticas en hospitales públicos, afectando a pacientes con cáncer, enfermedades terminales o en cirugía.
  • Sustitución terapéutica: obligaría a instituciones y profesionales a evaluar alternativas disponibles. Sin embargo, no siempre existen sustitutos con igual eficacia o seguridad, especialmente en el caso de analgésicos potentes.
  • Seguridad y farmacovigilancia: la decisión del CSG podría estar motivada por riesgos documentados de adicción, efectos adversos graves o disponibilidad de mejores opciones terapéuticas. En este sentido, el análisis de interacciones y contraindicaciones refuerza la complejidad de su uso.
  • Impacto en cuidados paliativos: la exclusión de medicamentos centrales en este ámbito puede comprometer el derecho de los pacientes a recibir alivio del dolor, reconocido internacionalmente como parte del acceso a la salud.

Un debate con múltiples aristas

La consulta pública se convierte en un escenario decisivo, dado que las observaciones de médicos, farmacólogos, sociedades científicas y pacientes podrían influir en la resolución final. En términos de política pública, el desafío será armonizar la seguridad farmacológica con el derecho a tratamientos efectivos y dignos.

Entre tanto, el proyecto del Consejo de Salubridad General representa un giro significativo en la regulación de medicamentos en México. La exclusión de moléculas ampliamente utilizadas plantea beneficios potenciales en seguridad, pero también riesgos considerables en acceso y continuidad del tratamiento.

Descargue aquí el documento completo:

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