El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) alcanzó un nuevo hito en el ámbito de la medicina de alta especialidad con la realización de su quinto trasplante de corazón en lo que va de 2025, llevado a cabo en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 34 de Monterrey. La intervención, que permitió salvar la vida de una mujer de 32 años con diagnóstico de miocardiopatía dilatada y que dependía de un marcapasos, fue posible gracias al gesto altruista de la familia de un joven de 18 años que perdió la vida en Guanajuato a causa de un traumatismo craneoencefálico.
Este procedimiento no solo refleja el nivel de complejidad técnica alcanzado por el Seguro Social, sino que también subraya la importancia de fortalecer la cultura de la donación de órganos en México, un acto solidario que transforma la tragedia en esperanza para quienes enfrentan enfermedades críticas y cuyo acceso a la salud depende de la disponibilidad de órganos.
Procedimiento y contexto clínico
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que el 5 de septiembre de 2025, un equipo especializado del Hospital de Cardiología No. 34 UMAE No. 34 en Monterrey, Nuevo León completó el quinto trasplante de corazón del año en esa institución.
La paciente, una mujer de 32 años con diagnóstico de miocardiopatía dilatada y portadora de marcapasos por más de un año, recibió el órgano mediante cirugía de alta complejidad. La intervención implicó la coordinación de un equipo multidisciplinario integrado por cirujanos cardiovasculares, anestesiólogos, intensivistas y personal de enfermería altamente capacitado.




Origen del órgano y operación logística
El corazón fue donado por la familia de un joven de 18 años, fallecido por traumatismo craneoencefálico en el Hospital General de Dolores Hidalgo, Guanajuato. Este acto altruista permitió salvar una vida mediante la donación de órganos.
Un equipo médico de la misma UMAE viajó al lugar para la procuración del órgano.

Posteriormente, el corazón fue transportado vía aérea desde el Aeropuerto Internacional “General Mariano Escobedo” hasta la unidad médica en Monterrey, con apoyo de Protección Civil que se encargó del traslado eficiente desde el aeropuerto hasta la UMAE No. 34 sobre avenida Lincoln. Esta cadena logística, en la que cada minuto cuenta, aseguró la viabilidad del órgano y refleja la capacidad del IMSS para ejecutar procedimientos de alta complejidad con estándares internacionales.
Impacto institucional y trayectoria del programa
Este trasplante eleva a 98 el total de trasplantes cardíacos realizados en esta UMAE desde el inicio del programa en 1997. Este acumulado da cuenta del compromiso sostenido del IMSS con la atención de alta complejidad y la salud cardiovascular de la población derechohabiente.
La cifra consolida a la UMAE No. 34 como un referente nacional en procedimientos de cirugía cardíaca, destacando la capacidad del Seguro Social para desarrollar programas quirúrgicos avanzados con resultados sostenibles a lo largo de casi tres décadas. Además, se enmarca en los esfuerzos institucionales para ampliar la cobertura en trasplantes de corazón, hígado y riñón, áreas que continúan siendo prioritarias para atender la creciente demanda.
Miocardiopatía dilatada: una enfermedad silenciosa
La paciente receptora del trasplante padecía miocardiopatía dilatada, una condición caracterizada por el ensanchamiento del ventrículo izquierdo y la disminución de su capacidad contráctil. De acuerdo con la literatura médica, esta patología es una de las principales causas de insuficiencia cardíaca avanzada y una de las indicaciones más frecuentes de trasplante de corazón en el mundo.
En México, la miocardiopatía dilatada representa un reto para el sistema de salud, pues afecta de manera particular a personas jóvenes en edad productiva, generando un impacto socioeconómico relevante. El uso de marcapasos y dispositivos de asistencia ventricular puede prolongar la vida de los pacientes, pero en fases avanzadas la única alternativa viable es el trasplante cardíaco. Este caso ilustra la importancia de contar con programas consolidados que permitan ofrecer una segunda oportunidad de vida a pacientes que, de otro modo, enfrentarían un pronóstico desfavorable.




Dimensión humana y alcance social
El IMSS reconoció el gesto solidario de la familia donante, destacando cómo, en medio del dolor, se generó una oportunidad de vida para otra persona. Este tipo de donación revaloriza la cultura altruista y la empatía como pilares de la sociedad.
El trasplante simboliza no solo una intervención médica, sino también un momento de inspiración social frente a la adversidad. Cada procedimiento exitoso se convierte en un recordatorio de la importancia de la corresponsabilidad ciudadana en la construcción de un sistema de salud más solidario y eficaz.
Donación de órganos en México: retos y avances
Según datos del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA), en 2024 se registraron más de 7,000 personas en lista de espera de algún órgano o tejido, de los cuales alrededor de 350 requerían un corazón. Sin embargo, la tasa de donación en México sigue siendo baja en comparación con otros países de la región, debido a factores como la falta de información, mitos culturales y la ausencia de registros formales de donación en la población.
La realización de procedimientos como el efectuado en Monterrey contribuye a visibilizar la necesidad de fortalecer las campañas de sensibilización, promover la inscripción de donadores voluntarios y reforzar la infraestructura hospitalaria para atender la creciente demanda. En este sentido, el IMSS y la Secretaría de Salud han insistido en que el éxito de los programas de trasplantes depende de la participación activa de la sociedad.
Finalmente, la institución hizo un llamado a la población para convertirse en donadora voluntaria de órganos y tejidos. El registro está disponible en el portal del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) en www.gob.mx/cenatra
y también a través de la sección de donación de órganos en el portal del IMSS (www.imss.gob.mx/salud-en-linea/donacion-organos).
Este tipo de campañas persigue fortalecer la disponibilidad de órganos y reducir tiempos de espera críticos para pacientes con enfermedades terminales.