La Secretaría de Salud de México reafirmó que la seguridad del paciente constituye un eje central en la transformación del sistema sanitario, con énfasis en los primeros mil días de vida. Durante la conmemoración del Día Mundial de la Seguridad del Paciente, se destacó el Protocolo Nacional de Atención Médica (PRONAM), orientado a mejorar la atención desde el embarazo hasta los dos años de vida, con acciones clave en prevención, nutrición y cuidado integral.
Seguridad del paciente como prioridad nacional
El secretario de Salud, David Kershenobich, subrayó que el país avanza hacia un modelo donde la atención segura se convierte en un derecho y no en un privilegio. “Desde la Secretaría de Salud, reconocemos que los primeros días, meses y años de vida definen en gran medida el futuro de salud de cada niña y niño. Por ello, hemos implementado acciones para garantizar una atención integral, basada en evidencia, durante los primeros mil días de vida”, afirmó.
El enfoque gubernamental se alinea con el lema internacional de este año, “Cuidados seguros para todos los recién nacidos y todos los niños”, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
PRONAM: un protocolo para la salud materno-infantil
El Protocolo Nacional de Atención Médica para los Primeros Mil Días de Vida (PRONAM) fue presentado como una herramienta estructural que integra medidas preventivas y asistenciales. Sus ejes principales incluyen:
- Atención prenatal oportuna para reducir riesgos en el embarazo.
- Promoción activa de la lactancia materna como factor protector.
- Implementación sistemática de tamiz neonatal y vacunación temprana.
- Suplementación gratuita de vitaminas y minerales para mujeres embarazadas.
El secretario Kershenobich aseguró que estas intervenciones buscan no solo mejorar la salud infantil, sino también impactar positivamente en la reducción de la mortalidad materna, una meta pendiente en la agenda de salud pública.
El respaldo de los organismos internacionales
El representante de la OPS/OMS en México, José Moya, reiteró la visión global del organismo: “Un mundo en el que nadie resulte perjudicado en la atención médica y cada paciente reciba una atención segura y respetuosa”. Enfatizó que garantizar la seguridad es una responsabilidad compartida entre gobiernos, profesionales de la salud, instituciones y comunidades, lo que obliga a consolidar marcos normativos y fortalecer la gobernanza sanitaria.
Por su parte, Odette Sanabria, titular de la Conamed, destacó el liderazgo de la Secretaría de Salud en la prevención de riesgos clínicos. “Desde la Conamed trabajamos para que la seguridad del paciente no solo sea un principio, sino una práctica cotidiana en todos los niveles de atención”, señaló, resaltando que los PRONAM han sido impulsados con el apoyo del Consejo General de Salubridad.
Atención integral: más allá del hospital
El evento puso en evidencia que garantizar la seguridad del paciente requiere una mirada integral. Este enfoque combina las dimensiones médica, ética, jurídica y de gestión de calidad, con tres pilares básicos:
- Fortalecimiento de la infraestructura hospitalaria, con espacios adecuados para la atención materno-infantil.
- Capacitación continua del personal de salud, con énfasis en detección temprana y manejo de emergencias neonatales.
- Aplicación de protocolos estrictos, que reduzcan la variabilidad clínica y los riesgos asociados a errores de medicación, diagnósticos tardíos o infecciones intrahospitalarias.
Estos elementos son considerados esenciales para construir un sistema de salud más sólido, resiliente y centrado en las personas.
Los primeros mil días: inversión en futuro
La evidencia científica muestra que los primeros mil días de vida desde la concepción hasta los dos años son determinantes en el desarrollo físico, cognitivo e inmunológico. Durante esta etapa crítica se establecen las bases para la salud futura, lo que convierte a los programas de atención integral en una inversión estratégica para la sociedad.
El secretario Kershenobich fue enfático: “No podemos permitir que la mortalidad materna o infantil sea una constante; debemos actuar con responsabilidad y compromiso”. Este llamado se conecta con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), particularmente con el ODS 3, que busca garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades.
Una corresponsabilidad compartida
El Día Mundial de la Seguridad del Paciente fue la ocasión para recordar que la corresponsabilidad institucional y social es esencial. Las familias, profesionales y comunidades deben integrarse en un círculo de protección y cuidado continuo.
“Conmemorar el Día Mundial de la Seguridad del Paciente nos recuerda que este es un reto compartido. La corresponsabilidad institucional y social es fundamental para garantizar servicios seguros, dignos y confiables para todos y todas”, concluyó el secretario de Salud.



