El Departamento de Análisis Clínicos y Estudios Especiales del Instituto Nacional de Pediatría (INP) de México obtuvo la acreditación por parte de la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), al cumplir con los requisitos establecidos por la Norma ISO 15189:2022. Este reconocimiento internacional valida la calidad y competencia técnica del laboratorio, cuyo impacto directo se traduce en diagnósticos más confiables, tratamientos más oportunos y atención clínica más efectiva para la población infantil.
La distinción posiciona al INP como la primera entidad pública pediátrica en México que logra esta certificación, un avance que marca un referente técnico en los estándares de calidad aplicados en los laboratorios clínicos del país.
Certificación bajo la Norma ISO 15189:2022: ¿qué significa?
La Norma ISO 15189:2022 establece criterios específicos para laboratorios clínicos en términos de gestión de calidad, competencia técnica y trazabilidad de los resultados. A diferencia de otras normas más generales, esta regula procedimientos específicos que inciden en la atención médica, desde la fase preanalítica hasta el informe final de resultados.
La acreditación del INP incluye 40 pruebas de laboratorio clínico distribuidas en siete disciplinas técnicas:
- Biología Molecular
- Citogenética
- Hematología y Coagulación
- Inmunología e Inmunoquímica
- Microbiología (bacteriología, micología y micobacteriología)
- Química Clínica
- Uroanálisis,
además del reconocimiento del área de Toma de Productos.
Este alcance multidisciplinario refuerza la capacidad diagnóstica del instituto en enfermedades de alta complejidad pediátrica, muchas de ellas de curso agudo o con riesgo de secuelas graves si no se detectan y tratan a tiempo.
Calidad diagnóstica que salva vidas
Durante la ceremonia de entrega del certificado, Lina Romero Guzmán, jefa del Departamento de Análisis Clínicos y Estudios Especiales, señaló que “los resultados de laboratorio oportunos y confiables permiten al médico determinar la evaluación clínica del estado de salud del paciente y proporcionar atención precisa y efectiva”. Además, destacó que el laboratorio contribuye directamente a procesos fundamentales como el diagnóstico, la selección de tratamientos, el seguimiento clínico y el establecimiento de pronósticos médicos.
La especialista explicó que el equipo mantiene en operación un Sistema de Gestión de la Calidad alineado con los estándares internacionales, y que la certificación es el resultado de un esfuerzo sostenido de coordinación, formación continua y mejora de procesos: “La acreditación es un reconocimiento al trabajo de coordinación, capacitación y competencia de todo el personal”, afirmó.
Por su parte, la directora médica del INP, Amalia Bravo Lindoro, agradeció el compromiso del personal del laboratorio: “Cada uno de ustedes cumplió una labor especial y sin su ahínco y el liderazgo de la jefa del departamento no lo hubiéramos conseguido”, subrayó.
Un referente para el sistema de salud público pediátrico
La entrega del certificado estuvo a cargo de Martha Cristina García Luna, directora ejecutiva de la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), quien destacó que esta acreditación no solo representa el cumplimiento de una norma técnica, sino también un testimonio del compromiso institucional con la calidad en salud pública.
“La certificación es prueba del compromiso y dedicación del personal del instituto con la calidad y la competencia técnica”, expresó García Luna, al señalar que este avance debe ser replicado por otras instituciones públicas que brindan servicios diagnósticos a poblaciones vulnerables.
Este logro técnico no se limita al prestigio institucional. Según datos de la Secretaría de Salud, el Instituto Nacional de Pediatría atiende anualmente a miles de pacientes pediátricos con enfermedades complejas como inmunodeficiencias, cáncer infantil, enfermedades raras, afecciones metabólicas y trastornos neurológicos. En estos casos, el diagnóstico certero y rápido puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
Implicaciones estratégicas y oportunidades futuras
La obtención de esta certificación representa una oportunidad para ampliar la cobertura, fortalecer la investigación clínica y elevar los estándares de atención pediátrica en todo el país. También refuerza la autonomía técnica de las instituciones públicas frente a los retos del diagnóstico avanzado, que tradicionalmente han estado más concentrados en el sector privado o en el extranjero.
Desde una perspectiva sistémica, este hito se enmarca en los esfuerzos por mejorar la infraestructura de salud infantil en México, garantizar la calidad en la cadena diagnóstica y reducir las brechas en la atención médica especializada. Además, impulsa la cultura de la calidad en laboratorios públicos y puede ser un motor para futuras acreditaciones en entidades estatales o regionales, promoviendo estándares uniformes a nivel nacional.
