PUBLICADO: agosto 1, 2025 | 10:10 am

EE. UU. enfrenta caída sostenida en la vacunación infantil y aumento de exenciones no médicas

Por tercer año consecutivo, Estados Unidos reporta un descenso en las tasas de vacunación infantil, mientras las exenciones por motivos no médicos alcanzan un máximo histórico, generando alertas sanitarias ante el aumento de brotes como el del sarampión.
EE. UU. enfrenta caída sostenida en la vacunación infantil y aumento de exenciones no médicas

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Las tasas de vacunación infantil volvieron a descender en Estados Unidos durante el ciclo escolar 2024–2025, al tiempo que las exenciones registraron su tercer incremento anual consecutivo. Según datos federales, el 92,5 % de los menores recibió las vacunas obligatorias contra el sarampión, las paperas y la rubéola (SPR), lo que representa una disminución frente al 95 % reportado antes de la pandemia.

En contraste, las exenciones alcanzaron un nuevo pico: 4,1 % de los niños quedaron exceptuados del cumplimiento de los esquemas de inmunización, frente al 3,7 % del año anterior. La gran mayoría de estas exenciones fueron otorgadas por razones no médicas, marcando una tendencia preocupante para las autoridades de salud pública.

Riesgo creciente de brotes infecciosos por la falta de vacunación infantil

El descenso en las tasas de vacunación se produce en un contexto particularmente sensible. Estados Unidos atraviesa su peor brote de sarampión en más de tres décadas, con más de 1.300 casos confirmados en lo que va del año. Expertos como el Dr. Sean O’Leary, de la Academia Estadounidense de Pediatría, advierten que “con una caída adicional en la cobertura de vacunación, vamos a ver aún más sarampión en los próximos meses”.

O’Leary, quien también es especialista en enfermedades infecciosas pediátricas de la Universidad de Colorado, sostiene que los brotes actuales podrían motivar a más padres a vacunar a sus hijos antes del ingreso escolar, pero destaca que la situación requiere una respuesta coordinada desde la salud pública.

Cambios en el discurso institucional y su impacto

Uno de los factores que llama la atención en el informe es la modificación del lenguaje empleado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), ahora más ambivalente respecto a la vacunación. Un comunicado reciente indicó: “La decisión de vacunar es personal. Los padres deben consultar con sus profesionales de la salud sobre las opciones para sus familias”.

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Aunque el texto reconoce que “la vacunación sigue siendo la forma más eficaz de proteger a los niños de enfermedades graves como el sarampión y la tos ferina”, el énfasis en la “elección personal” genera inquietud en la comunidad médica. “Debilitar de alguna manera el lenguaje o el mensaje que transmiten es muy preocupante, porque lo que dicen sí importa”, subrayó O’Leary.

Este giro discursivo estaría alineado con la visión del actual secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., una figura históricamente crítica de las vacunas y que ha promovido un enfoque más permisivo hacia la autonomía parental en temas de inmunización.

Un sistema estatal con brechas normativas

Las tasas de vacunación en EE. UU. se han sostenido históricamente gracias a la exigencia de certificados de inmunización para ingresar a escuelas y guarderías. Todos los estados y territorios requieren vacunas esenciales contra enfermedades como el sarampión, paperas, rubéola, polio, tétanos, tos ferina y varicela. No obstante, los mecanismos de exención se han vuelto un factor determinante en la actual crisis.

Cada estado permite exenciones médicas, y la mayoría acepta también razones religiosas u otras no médicas. Mientras que el porcentaje de exenciones médicas se ha mantenido estable en torno al 0,2 %, las no médicas han aumentado progresivamente durante la última década.

Los datos también revelan disparidades regionales. Por ejemplo, Idaho reportó una tasa de exenciones del 15,4 % en el último año escolar, mientras que en Connecticut la cifra fue menor al 0,5 %. Esto demuestra que las políticas estatales y las actitudes culturales hacia las vacunas influyen decisivamente en el comportamiento de las familias.

El rol de la desinformación y el legado de la COVID-19

Expertos coinciden en que el aumento en las exenciones está fuertemente influenciado por la desinformación en línea y por la polarización política que rodeó las campañas de vacunación contra la COVID-19. Este fenómeno ha generado una ola de escepticismo que ahora se traslada a los esquemas rutinarios de inmunización infantil.

Pese a ello, O’Leary sostiene que “es una buena noticia que la gran mayoría de los padres sigan vacunando a sus hijos”. Sin embargo, advirtió sobre la brecha entre el porcentaje de vacunados y el de exentos, lo que podría estar ocultando problemas de acceso y barreras logísticas no resueltas.

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