El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que a partir del 8 de junio de 2025 cualquier persona con o sin afiliación que experimente mareo, náuseas, vómitos o somnolencia luego de percibir un “pinchazo” durante su traslado en transporte colectivo o en la vía pública puede ser atendida de manera inmediata en sus servicios de urgencias.
Auge de reportes en Metro y Metrobús
Desde marzo de este año, autoridades de la Ciudad de México han registrado alrededor de 60 casos de usuarios que reportaron la sensación de una punción con objeto punzocortante en estaciones y unidades del Metro y Metrobús, principalmente durante las horas pico, cuando la afluencia de pasajeros es más alta.
La mayoría de los episodios se concentran en los corredores centrales de estas líneas, lo que ha generado alarma ciudadana y un incremento en la demanda de servicios de emergencia por posibles intoxicaciones o lesiones asociadas.
Sintomatología y confusión con golpes de calor
Los síntomas más frecuentes tras la percepción de un pinchazo incluyen mareo, náuseas, vómito y somnolencia, manifestaciones que también son comunes en cuadros de golpe de calor durante periodos de altas temperaturas en vagones y andenes.
El especialista del IMSS, Dr. Edmundo García Monroy, coordinador de Programas Médicos de Segundo Nivel, advierte que la sintomatología puede inducir a error, por lo que es fundamental que el personal de salud realice una evaluación diferencial oportuna para descartar hipertermia o deshidratación severa.
Recomendaciones de seguridad para peatones y usuarios
Ante la sospecha de un pinchazo, el IMSS recomienda:
- Mantener la calma y evaluar el entorno inmediato.
- En caso de estar solo(a), informar a un familiar o amigo y compartir la ubicación en tiempo real.
- No aceptar ayuda de desconocidos ni manipular posibles objetos punzocortantes.
- Localizar con cuidado el posible sitio de la punción.
- Solicitar apoyo de personal de seguridad del transporte o de la policía, quienes pueden gestionar la intervención del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) y canalizar al servicio de urgencias para valoración toxicológica si es necesario
Proceso de atención en Servicios de Urgencias
Al arribar al área de urgencias de cualquier unidad médica u hospital del IMSS, el paciente es ingresado al triage, donde se clasifica la prioridad de atención según la gravedad de los síntomas.
El personal de enfermería registra signos vitales, antecedentes de exposición y realiza una evaluación rápida para determinar si corresponde remitir al paciente a:
- Consulta con médico familiar, en caso de síntomas leves.
- Atención completa en el Servicio de Urgencias y posible hospitalización, si los signos indican riesgo de complicaciones tóxicas o hemodinámicas.
Implicaciones de salud pública y normatividad
El IMSS subraya que, aunque la víctima no sea derechohabiente, la Ley General de Salud y las Normas Oficiales Mexicanas garantizan atención inmediata en urgencias para cualquier persona con riesgo vital.
Este protocolo refuerza el papel del sistema de salud pública al priorizar la seguridad y bienestar de los usuarios de transporte colectivo, respondiendo a fenómenos emergentes en movilidad urbana y salud comunitaria.
¿Qué sigue tras la alerta de “pinchazos”?
Además, autoridades de la Secretaría de Movilidad y de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México han puesto en marcha mesas interinstitucionales con representantes del Metro y del Metrobús para establecer protocolos de prevención y respuesta inmediata. Entre las acciones previstas se incluyen la instalación de módulos de atención rápida en estaciones con mayor incidencia y la capacitación especializada del personal de seguridad y operadores en detección de signos de intoxicación o punción. Paralelamente, se evalúa el uso de sistemas de alerta temprana mediante aplicaciones móviles y paneles informativos en vagones, con el fin de notificar a los usuarios y coordinar la llegada del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM).
Estas iniciativas buscan no solo reducir el riesgo y la percepción de inseguridad, sino también recopilar datos epidemiológicos y forenses que permitan caracterizar con precisión la naturaleza de los “pinchazos” y las sustancias involucradas, generando un modelo de vigilancia que pueda replicarse en otras metrópolis.
Expertos en salud pública consideran esencial complementar estas acciones con campañas de prevención y vigilancia epidemiológica que permitan identificar posibles causas de los “pinchazos” desde accidentes hasta intentos de uso de sustancias ilícitas y mitigar su impacto en la población.