En el marco de la Semana Nacional de la Seguridad Social 2025, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) anunció avances significativos en la construcción de un Sistema Nacional de Cuidados. Esta estrategia, planteada como un modelo progresivo y articulado, busca atender las necesidades diferenciadas de grupos vulnerables como la infancia y las personas adultas mayores, garantizando un enfoque de equidad, corresponsabilidad y dignidad humana.
Durante la ceremonia inaugural, realizada en la Casona de Xicoténcatl, antigua sede del Senado de la República, el Dr. Mauricio Hernández Ávila, director de Prestaciones Económicas y Sociales del IMSS, enfatizó la importancia de establecer un sistema de cuidados que articule la acción del Estado, las familias, las comunidades y el sector privado. “Debemos avanzar paso a paso en el diseño de un modelo de atención médica que prolongue la capacidad funcional y cuidados a quienes la han perdido”, señaló.
En representación del director general del IMSS, Zoé Robledo, el funcionario delineó una visión estratégica que conjuga las políticas de salud pública con la justicia social, a través de una red institucional que ofrezca servicios preventivos, educativos y asistenciales desde la infancia hasta la vejez.
La infraestructura del IMSS al servicio de una política de cuidados integrales
Uno de los pilares del Sistema Nacional de Cuidados promovido por el IMSS es su red de cuidado infantil. Actualmente, el Instituto opera 1,279 unidades distribuidas en las 32 entidades del país, con una capacidad instalada de 206,000 lugares. Más de 200,000 niñas y niños transitan anualmente por estos espacios, donde reciben alimentación saludable, esquemas completos de vacunación, vigilancia del desarrollo físico y mental, y una formación pedagógica basada en un modelo unificado.
La expansión de esta red es una prioridad. El IMSS ha proyectado la construcción de 13 nuevos Centros Educativos y de Cuidado Infantil (CECI) en Ciudad Juárez, de los cuales cinco serán operados directamente por el Instituto (CECI-IMSS) y dos en alianza con el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (CECI-IMSS-DIF). Este modelo innovador también contempla continuar y fortalecer la colaboración con empresas privadas, en un enfoque de corresponsabilidad social.

El desarrollo de los CECI no solo responde a una necesidad de infraestructura, sino a una estrategia de mediano y largo plazo para transformar la cultura del cuidado en México. Se trata de concebir el cuidado infantil no como una responsabilidad individual, sino como una función social que debe garantizar el Estado en alianza con otros actores.
Hacia un modelo de envejecimiento activo y con derechos
Además de la atención a la infancia, el IMSS está promoviendo políticas dirigidas a las personas mayores. El plan de atención social para adultos mayores busca consolidar una oferta integral de servicios que permita transitar entre las prestaciones médicas, económicas y sociales de forma articulada.
Entre estas acciones destaca el programa Casa por Casa, desarrollado en conjunto con la Secretaría del Bienestar, el cual prioriza la identificación de personas mayores en condiciones de dependencia funcional o soledad, para garantizar su acceso a los servicios del Instituto. Este enfoque territorial y proactivo busca que las personas mayores sean acompañadas en todas las etapas del proceso de atención, desde el primer contacto hasta la rehabilitación o el cuidado prolongado.
Esta visión integral se alinea con los estándares internacionales sobre envejecimiento activo y protección de derechos humanos. De acuerdo con el propio Hernández Ávila, la meta es diseñar un modelo que, más allá de brindar cuidados paliativos o reactivos, prevenga la pérdida de funcionalidad y promueva la autonomía de las personas mayores por el mayor tiempo posible.
Hacia una política de Estado en cuidados: desafíos y oportunidades
La construcción del Sistema Nacional de Cuidados representa un avance significativo en la política social de México. Sin embargo, su consolidación exige superar retos estructurales, como la insuficiencia presupuestaria, la fragmentación institucional y la escasa corresponsabilidad de género en las tareas del cuidado.
El modelo propuesto por el IMSS pone sobre la mesa la necesidad de diseñar políticas públicas articuladas con los gobiernos estatales y municipales, y de establecer marcos normativos que reconozcan el cuidado como un derecho y como una labor esencial para la sostenibilidad del sistema de salud y protección social.
Además, esta estrategia puede constituirse en un motor para el desarrollo económico. Al liberar tiempo de cuidado no remunerado especialmente para las mujeres y al profesionalizar la labor de cuidados, se abre una oportunidad para generar empleo formal, mejorar la productividad y reducir las brechas de género.
La experiencia acumulada por el IMSS en servicios integrales y su cobertura nacional lo posicionan como un actor clave para liderar esta transformación. El desafío será institucionalizar estos esfuerzos, escalar los modelos exitosos y asegurar la sostenibilidad financiera y operativa del sistema.