El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) impulsa un programa nacional de inclusión que combina innovación tecnológica y conciencia ciudadana para fortalecer la autonomía y seguridad de más de 850.000 derechohabientes con discapacidad visual.
Con el desarrollo del dispositivo “Kaná”, una herramienta inteligente que complementa el bastón blanco tradicional, la institución busca transformar la movilidad urbana y promover una cultura de trato amable, accesibilidad universal y respeto a la diversidad funcional. La doctora Ana Gabriela Gallardo Hernández, investigadora del IMSS, destacó que la iniciativa reafirma el compromiso institucional de garantizar condiciones seguras y equitativas para todos los usuarios del sistema de salud.
México: 2.7 millones de personas viven con discapacidad visual
En México, 2.7 millones de personas presentan algún grado de discapacidad visual, cifra comparable a la población total del estado de Sonora, según datos oficiales del IMSS y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
De ese total, cerca de 850.000 usuarios son derechohabientes del Seguro Social, lo que posiciona esta condición como una prioridad en los programas de inclusión y rehabilitación de la institución.
La doctora Ana Gabriela Gallardo Hernández, adscrita a la Unidad de Investigación Médica en Enfermedades Metabólicas del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, señaló que el aumento de enfermedades crónicas degenerativas, como la diabetes y la hipertensión arterial, ha incrementado la prevalencia de discapacidad visual en el país.
La especialista subrayó que los entornos urbanos están diseñados principalmente para personas con visión funcional, lo que reduce la autonomía de quienes viven con esta condición y limita su acceso a la educación, al empleo y a la movilidad independiente. Estas barreras impactan directamente la calidad de vida de las personas y sus familias, al dificultar su participación plena en la sociedad.



“Kaná”: innovación mexicana para una movilidad más segura
Como respuesta a este desafío, el IMSS desarrolló el dispositivo “Kaná”, una tecnología de apoyo diseñada por investigadores del Instituto para complementar el bastón blanco tradicional. Este equipo utiliza un sistema de radar ultrasónico y vibración que permite detectar obstáculos a la altura del torso y la cabeza zonas no cubiertas por el bastón convencional y alertar al usuario mediante una leve vibración.
De acuerdo con el IMSS, Kaná cuenta con patente registrada ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) con número MX-391001, y alcanzó el nivel 9 de madurez tecnológica (TRL 9), lo que avala su viabilidad para aplicación real.
Los resultados del estudio piloto mostraron mejoras del 38% en la velocidad de marcha y del 51% en la percepción de calidad de vida de los usuarios tras un mes de uso, Estas cifras evidencian el potencial del dispositivo para incrementar la seguridad y autonomía de las personas con discapacidad visual.
La doctora Gallardo explicó que “Kaná brinda independencia, seguridad y confianza al usuario, permitiéndole desplazarse con libertad incluso en entornos desconocidos”. La herramienta fue concebida bajo principios de accesibilidad, bajo costo y fácil adaptación, lo que permite su uso tanto en zonas urbanas como en espacios interiores.
Colaboración interinstitucional para capacitación e inclusión
El proyecto Kaná se fortalece mediante una alianza entre el IMSS y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), orientada a capacitar a las personas con discapacidad visual en el uso del bastón blanco y del dispositivo tecnológico.
En el Centro DIF de Coyoacán, Ciudad de México, especialistas del IMSS y del DIF imparten entrenamientos sobre desplazamiento autónomo, uso del transporte público y orientación segura en entornos urbanos.
El doctor Nicolás Guzmán Nava, responsable del programa en el DIF, ha sido reconocido por su compromiso y experiencia en la atención de esta población. “Este trabajo conjunto entre el DIF y el IMSS ha permitido fortalecer la independencia de las personas con discapacidad visual y ofrecerles herramientas que mejoran su calidad de vida”, destacó la doctora Gallardo.
Esta colaboración interinstitucional forma parte de las políticas de inclusión del IMSS, que promueven la eliminación de barreras físicas y sociales y garantizan un trato digno y accesible para todos los derechohabientes.
Trato amable y cultura de accesibilidad: un cambio necesario
El IMSS enfatiza que la tecnología debe complementarse con una cultura de respeto y apoyo ciudadano. La doctora Gallardo subrayó que acciones simples como ofrecer el hombro para guiar, alertar sobre obstáculos, ceder el paso en banquetas y no bloquear las vialidades pueden marcar una diferencia significativa en la seguridad y bienestar de las personas con discapacidad visual.
Así mismo, recomendó fortalecer la infraestructura urbana con semáforos sonoros y guías podotáctiles, que orienten a los usuarios en espacios públicos. “En lugares donde no existen señales podotáctiles, las personas utilizan las fachadas de las casas como referencia de seguridad; por ello, debemos permitirles el libre tránsito”, explicó.
La especialista también hizo un llamado a evitar estacionar vehículos sobre las banquetas o dejar objetos en las aceras, ya que estas prácticas obstruyen el paso peatonal y representan un riesgo. “Cada gesto de apoyo contribuye a aliviar la carga de los cuidadores, fortalecer el tejido social y construir entornos más empáticos y seguros”, enfatizó.
Inclusión, tecnología y salud pública: un modelo replicable
El programa Kaná se consolida como un modelo replicable en políticas de inclusión dentro del sector salud. Su enfoque integral que combina innovación científica, desarrollo tecnológico y educación social demuestra que la atención médica puede extenderse más allá del hospital, incorporando estrategias de accesibilidad y autonomía personal.
Para las instituciones de salud y administradores del sistema, esta innovación representa una oportunidad para reducir la dependencia de cuidadores, prevenir accidentes por caídas y mejorar la participación laboral y social de las personas con discapacidad visual. Además, favorece la sostenibilidad del sistema sanitario al promover la independencia y disminuir la demanda de atención asistencial.
El caso Kaná confirma que la tecnología desarrollada en México puede generar soluciones reales en salud pública, con un impacto directo en la calidad de vida y la inclusión social de miles de personas.
IMSS consolida liderazgo en innovación inclusiva con el dispositivo Kaná
Con el dispositivo Kaná, el Instituto Mexicano del Seguro Social reafirma su liderazgo en innovación tecnológica aplicada a la inclusión. Esta herramienta fortalece la autonomía y seguridad de las personas con discapacidad visual y posiciona al IMSS como un referente regional en accesibilidad y salud pública. La iniciativa marca un avance concreto hacia un sistema de salud más humano, moderno y centrado en la equidad.



