El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) anunció este martes un programa histórico de teleconsulta médica para mexicanos en el extranjero afiliados al Seguro Social, que comenzará a operar el próximo 1 de diciembre de 2025. La iniciativa, presentada por el director general del IMSS, Zoé Robledo, contempla la participación de 2,873 enfermeras especialistas en Medicina Familiar, quienes brindarán atención remota a connacionales que viven principalmente en Estados Unidos. Con esta estrategia, el IMSS busca garantizar la continuidad digital en la atención médica, fortalecer el esquema de Personas Trabajadoras Independientes (PTI) y consolidar un vínculo institucional con los más de 15,000 migrantes que ya se han asegurado desde el exterior.
Una estrategia inédita de atención digital
El anuncio se realizó durante la conferencia matutina encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en Palacio Nacional, lo que refleja el respaldo presidencial a la estrategia sanitaria.
Robledo explicó que en la primera teleconsulta se integrará el expediente clínico electrónico del paciente, se realizarán acciones de promoción de la salud, identificación temprana de riesgos y recomendaciones de seguimiento. “Es un programa que no solo demuestra cariño y preocupación, sino también un reconocimiento al esfuerzo de quienes contribuyen tanto a la economía del país del norte como a la nuestra”, señaló el director general del IMSS.
Los usuarios podrán agendar su cita a través de la aplicación IMSS Digital, con un horario de atención de lunes a viernes de 08:00 a 20:00 horas y fines de semana de 07:30 a 20:30 horas.



Migrantes con acceso al Seguro Social
El programa de teleconsulta se suma a las acciones emprendidas desde 2021 para integrar a mexicanos que residen en el extranjero al sistema de seguridad social mediante el esquema Personas Trabajadoras Independientes (PTI).
De acuerdo con cifras del IMSS, 15,375 connacionales ya se han afiliado bajo esta modalidad, con un promedio de salario diario de 389 pesos. Este esquema les otorga acceso a los cinco seguros del Régimen Obligatorio y permite afiliar a familiares en México, entre ellos parejas, hijos y padres dependientes.
Además, 14,705 beneficiarios adicionales han sido asegurados a través de los migrantes afiliados, principalmente en los estados de Chihuahua, Nuevo León y Jalisco.
Recuperación de derechos y pensiones
Uno de los mayores beneficios de este programa es la recuperación de semanas cotizadas en México. El IMSS informó que 13,921 migrantes que se aseguraron en Estados Unidos tenían historial previo de cotización en el país. Al incorporarse como Personas Trabajadoras Independientes, pudieron sumar esos periodos trabajados, lo que ya permitió que 1,321 personas reciban una pensión.
Este avance se traduce en un doble impacto: ampliar la cobertura de la seguridad social y ofrecer certidumbre económica a connacionales que, a pesar de vivir fuera del país, continúan vinculados al sistema mexicano.
Servicios complementarios para la diáspora
El IMSS también recordó que cuenta con un centro de orientación telefónica (800 222 2668), en el que médicos generales ofrecen atención sobre síntomas persistentes, efectos adversos de medicamentos, aplicación de vacunas, métodos anticonceptivos, curaciones y temas de salud mental.
Durante 2025, este servicio ha recibido 364,000 llamadas, y ahora se extenderá para dar soporte a migrantes, con el fin de complementar las consultas digitales.
Por otra parte, en coordinación con Financiera para el Bienestar (Finabien), se habilitó un mecanismo de pago digital para cubrir las cuotas del Seguro Social desde el extranjero, con una comisión baja de 50 pesos o 2.99 dólares por autorremesa, lo que facilita el acceso y permanencia en el sistema.
Contexto internacional: telemedicina para migrantes
La implementación del programa sitúa a México en una tendencia internacional de atención digital a comunidades migrantes. Países como Filipinas e India han desarrollado esquemas de telemedicina para atender a trabajadores en el extranjero, especialmente en Medio Oriente y Europa, con el fin de garantizar continuidad en tratamientos y prevención de enfermedades crónicas.
En América Latina, el IMSS se convierte en uno de los primeros organismos de seguridad social en ofrecer una solución estructurada a sus migrantes, con personal especializado y expedientes electrónicos que permiten articular la atención en México con las necesidades médicas a distancia.
Este avance abre la puerta a que México no solo amplíe la cobertura de salud, sino también que fortalezca su diplomacia sanitaria, reconociendo el papel estratégico de los migrantes en la economía nacional y regional.
Retos técnicos y regulatorios
Expertos en salud pública advierten que la iniciativa enfrenta desafíos relevantes. En primer lugar, la interoperabilidad de los sistemas electrónicos de salud será clave para garantizar la seguridad de la información clínica y la continuidad de la atención.
En segundo lugar, se requiere una capacitación constante para el personal de enfermería y médico, que deberá adaptarse a protocolos digitales y a un modelo de atención transfronterizo. Además, la sostenibilidad financiera del esquema dependerá de que se mantenga un equilibrio entre las cuotas recaudadas y el costo de las atenciones, en un contexto donde los migrantes podrían demandar servicios de alta complejidad en México.
Teleconsulta, un puente sanitario con los migrantes
El programa de teleconsulta del IMSS representa una política pública inédita en México: atender a la diáspora con servicios médicos digitales y garantizar la continuidad de tratamientos sin importar la distancia. La medida se inserta en un momento en el que el país busca modernizar su infraestructura digital en salud y fortalecer la medicina familiar como eje de la atención primaria.
Si bien el programa ha sido recibido con expectativa positiva, su éxito dependerá de superar los retos técnicos, regulatorios y financieros que plantea. En palabras de un funcionario del sector, este esfuerzo “marca un antes y un después en la forma en que México se relaciona con su población migrante, reconociéndola no solo como generadora de remesas, sino como derechohabiente con pleno acceso a la seguridad social”.