El Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra” (INRLGII) ha dado un paso decisivo en la consolidación de su liderazgo en innovación médica al obtener seis nuevas patentes ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) en un periodo inferior a dos años. Este logro, más allá de su dimensión técnica, representa un hito en la política nacional de desarrollo tecnológico en salud y un modelo de referencia en la región latinoamericana.
Los desarrollos patentados abarcan desde neuroprótesis no invasivas y sistemas de estimulación eléctrica funcional, hasta equipos ultrasónicos y sistemas robóticos híbridos para rehabilitación neuromuscular. Cada uno de estos avances tiene aplicación directa en la práctica clínica, con potencial de transformar la atención de personas con discapacidad motora o enfermedades crónicas.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, estos resultados reflejan el fortalecimiento de las capacidades científicas, tecnológicas y de gestión del INRLGII, institución que ha sabido integrar la investigación aplicada con la innovación orientada al bienestar social. La obtención de seis patentes en menos de 24 meses pone en evidencia un ecosistema institucional maduro, con procesos de transferencia tecnológica en evolución y con enfoque de soberanía científica.
“Más allá del logro personal, una patente representa la posibilidad real de mejorar vidas, de cerrar brechas en rehabilitación y de que la ciencia mexicana transforme el cuidado de las personas con discapacidad”, señaló el investigador Alberto Pérez Sanpablo, desarrollador del sistema para detectar alteraciones motoras dependientes de la velocidad.
¿Cómo impactarán estas patentes en la atención y la tecnología médica nacional?
El impacto de estas seis patentes se proyecta en tres dimensiones: clínica, tecnológica y estratégica. En el ámbito clínico, los dispositivos desarrollados por el INRLGII permitirán intervenciones más precisas, personalizadas y accesibles, con especial énfasis en terapias no invasivas. Según estimaciones del Instituto, al menos un millón de personas en México podrían beneficiarse de las tecnologías enfocadas en la rehabilitación neuromuscular y el diagnóstico de espasticidad, condiciones comunes tras eventos neurológicos como accidentes cerebrovasculares.
Desde el punto de vista tecnológico, estas innovaciones reducen la dependencia del sistema nacional de salud respecto a equipos importados, fortaleciendo la autonomía del país en materia de investigación aplicada y desarrollo biomédico. Tal como explicó el director general del INRLGII, Carlos Pineda Villaseñor, “estas patentes no son solo inventos; son capacidades tecnológicas que permanecen en México, en su sistema de salud y en sus instituciones públicas”.
En la dimensión estratégica, las patentes fortalecen la política de soberanía científica y se alinean con el Compromiso Presidencial 33 y el Plan Nacional de Desarrollo 2025–2030, que reconocen a la innovación como un motor esencial para el bienestar social. Además, contribuyen a los objetivos del Programa Sectorial de Salud, al mejorar la capacidad resolutiva de las instituciones públicas y consolidar un modelo de salud centrado en la equidad y la inclusión.
Fortalecimiento institucional y proyección internacional del INRLGII
El Instituto Nacional de Rehabilitación se consolida como un referente no solo en el desarrollo de tecnologías médicas, sino también en la creación de modelos de colaboración entre investigación, clínica y gestión pública. Su enfoque multidisciplinario, sustentado en la integración de ingenieros biomédicos, médicos especialistas, terapeutas y expertos en neurociencias, permite generar soluciones con alto impacto social y replicables en otros entornos del sistema de salud.
Estas innovaciones también representan una oportunidad de posicionamiento internacional para México en el campo de la rehabilitación avanzada. La posibilidad de transferencia tecnológica hacia otros países de América Latina y la eventual producción nacional de dispositivos podría fortalecer las cadenas de valor biomédicas, generando empleo especializado y atrayendo inversión hacia el sector salud.
De esta manera, el INRLGII no solo reafirma su papel como institución de alta especialidad, sino que se proyecta como un centro de excelencia en innovación médica, capaz de impulsar un modelo de salud sustentado en conocimiento propio, tecnología nacional y equidad en el acceso a la rehabilitación.
¿Qué implicaciones tiene este avance para la política pública de salud y la economía del conocimiento?
El avance del INRLGII es coherente con la visión de un sistema de salud basado en la economía del conocimiento, donde la innovación se convierte en un activo estratégico del Estado. En términos de política pública, la generación de propiedad intelectual por parte de instituciones públicas de salud refuerza el objetivo de reducir la brecha tecnológica entre México y los países de alto ingreso, a la vez que impulsa la autosuficiencia en tecnologías médicas críticas.
Además, el impacto económico de la innovación biomédica puede extenderse a la reducción de costos de adquisición de dispositivos médicos importados, optimizando los presupuestos hospitalarios y facilitando la atención en regiones con limitada infraestructura. En este sentido, las patentes del INRLGII representan un modelo de cómo la investigación aplicada puede generar valor público y sostenibilidad financiera.
El fortalecimiento de la capacidad de innovación del INRLGII envía un mensaje claro: la ciencia mexicana puede competir, crear y transformar. Este logro no solo beneficia a la población usuaria de los servicios de rehabilitación, sino que también marca una pauta para la transformación del sistema nacional de salud hacia un modelo de desarrollo tecnológico inclusivo y soberano.



