El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), encabezado por su director general Martí Batres Guadarrama, firmó el Convenio General de Colaboración de Programas para el Bienestar, con el objetivo de fortalecer la coordinación y colaboración entre diversas instancias federales para la implementación de programas y acciones en beneficio de la población.
En la firma participaron también la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, y el coordinador general de Programas para el Bienestar, Carlos Torres Rosas, junto con representantes de distintas dependencias y programas. La suma de esfuerzos busca establecer una estructura común que permita atender de manera más eficiente las necesidades sociales del país.
El convenio tiene como propósito consolidar un marco de cooperación interinstitucional que facilite la ejecución de acciones integrales y directas, sin intermediarios, en beneficio de las personas y comunidades. Con esta medida, se pretende ampliar la cobertura de los programas federales y mejorar su impacto en la calidad de vida de los beneficiarios.
De acuerdo con el comunicado oficial, este esfuerzo intergubernamental constituye una estrategia clave para coordinar los programas sociales bajo un mismo marco jurídico y administrativo, asegurando que los beneficios lleguen de manera directa y con mayor transparencia.
Participación del ISSSTE en el Programa Salud Casa por Casa
En el marco del convenio, el ISSSTE participa mediante la atención en sus unidades médicas a la población visitada previamente por facilitadores del Programa Salud Casa por Casa, una iniciativa que tiene como propósito acercar los servicios de salud a los domicilios de las personas adultas mayores y con discapacidad en todo el país.
Este programa representa una acción directa para acercar la atención médica a quienes enfrentan barreras de movilidad o dificultad para acceder a las unidades de salud. Con esta colaboración, el Instituto amplía su presencia territorial y refuerza su compromiso con la atención a sectores prioritarios.
El Programa Salud Casa por Casa permite que los facilitadores identifiquen previamente las necesidades médicas y canalicen a las personas hacia las unidades del ISSSTE, donde reciben atención integral. De esta manera, se optimizan los recursos institucionales y se mejora la respuesta ante condiciones de vulnerabilidad.
Con esta estrategia, el ISSSTE contribuye a garantizar la atención oportuna y continua de las personas adultas mayores y con discapacidad, alineándose con los objetivos del Gobierno de México para acercar los servicios públicos a las comunidades.
La Clínica es Nuestra: mejora y equipamiento de unidades médicas
Este año, el ISSSTE también se sumó al Programa La Clínica es Nuestra, el cual promueve la democracia participativa para el mejoramiento y equipamiento de 562 unidades médicas de primer nivel pertenecientes al Instituto. Esta acción busca fortalecer la infraestructura y las condiciones de atención de los centros de salud.
El programa impulsa un esquema participativo que involucra a las comunidades en la toma de decisiones sobre el destino de los recursos asignados, con el fin de mejorar la capacidad operativa de las clínicas y asegurar un servicio más eficiente. En este contexto, el ISSSTE colabora para asegurar que los proyectos de mejora se desarrollen conforme a las necesidades locales.
La modernización de las unidades médicas es un componente esencial del convenio, ya que permite optimizar la atención de primer nivel, que constituye la base del sistema público de salud. La inversión en equipamiento y mantenimiento contribuye a elevar los estándares de calidad en los servicios ofrecidos.
Con esta participación, el Instituto reafirma su compromiso con la mejora continua y con la consolidación de una red médica más sólida y cercana a las comunidades, en beneficio directo de los derechohabientes y de la población en general.
FOVISSSTE impulsa el Programa de Vivienda para el Bienestar
Por su parte, el Fondo de la Vivienda del ISSSTE (FOVISSSTE), dirigido por la vocal ejecutiva Jabnely Maldonado Meza, contribuye a este convenio mediante el Programa de Vivienda para el Bienestar, cuyo objetivo es garantizar el acceso a un hogar digno a familias de bajos ingresos.
El programa prioriza la atención a mujeres jefas de hogar, personas adultas mayores y comunidades indígenas, mediante la construcción de espacios habitacionales que promuevan la equidad y la inclusión. Esta acción refuerza la visión integral del bienestar, en la que la vivienda forma parte fundamental de la calidad de vida.
Con la incorporación del FOVISSSTE al convenio, se fortalecen los esfuerzos por mejorar las condiciones habitacionales de los trabajadores del Estado y sus familias. La estrategia busca ampliar la oferta de viviendas dignas y sostenibles, acorde con las políticas federales de bienestar social.
El Programa de Vivienda para el Bienestar se consolida así como una herramienta clave para reducir la desigualdad y ampliar las oportunidades de desarrollo, al tiempo que complementa las acciones en materia de salud y asistencia social impulsadas por el ISSSTE.
Continuidad del convenio hasta 2030 y marco jurídico común
El Convenio General de Colaboración de Programas para el Bienestar tiene como antecedente un documento elaborado durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que permite dar continuidad al marco de acción existente hasta octubre de 2030. Con ello, se asegura la permanencia de las estrategias y programas asociados al bienestar social.
El documento establece un marco jurídico y administrativo que facilita la llegada de los beneficios de manera directa a la población, eliminando intermediarios y fortaleciendo la transparencia en la operación. Además, promueve la ampliación de la cobertura a nivel nacional, con el objetivo de atender a un mayor número de beneficiarios.
Esta continuidad administrativa permite mantener la coordinación interinstitucional y la eficiencia operativa de los programas, garantizando que los recursos públicos se utilicen de forma adecuada y con impacto comprobable. La permanencia hasta 2030 brinda estabilidad a las políticas implementadas y permite planificar su desarrollo a largo plazo.