El pasado fin de semana, la asociación civil Nariz Roja encabezó movilizaciones en diferentes ciudades del país, partiendo en la Ciudad de México desde el Ángel de la Independencia hacia el Zócalo capitalino. Entre los participantes se encontraban pacientes, familiares y ciudadanos que han enfrentado la falta de medicamentos en hospitales de la capital y del Estado de México.
Alejandro Barbosa, presidente de la organización, enfatizó que la situación se ha agravado: “Ya no se trata solo de medicamentos para pacientes con cáncer, sino que se trata de medicinas básicas como antibióticos”.
Las marchas se replicaron en Oaxaca, Guadalajara, Monterrey, Estado de México y otras localidades, visibilizando que el desabasto no es un fenómeno aislado, sino un problema de alcance nacional.
Tocamos el timbre y nadie abrió pero les dejamos el mensaje en la reja, por cierto que mala suerte tuvimos pues desde nuestra llegada al Zócalo el repique de campanas no concluyó hasta que terminó nuestro discurso. Agradecemos a las autoridades sus atenciones para que la marcha… pic.twitter.com/RziblMnOPF
— NARIZ ROJA AC (@NARIZROJAAC) August 10, 2025
Retrasos en la Compra Consolidada 2025-2026
La Secretaría de Salud explicó a Nariz Roja que la escasez se debe al retraso en la Compra Consolidada 2025-2026, luego de detectarse un sobrecosto de 13 mil millones de pesos en el proceso. En una reunión el 25 de junio, el secretario de Salud, David Kershenobich Stalnikowitz, y el subsecretario, Eduardo Clark, aseguraron a la organización que “en julio llega el medicamento” a los hospitales públicos para pacientes oncológicos.
Inicialmente, Nariz Roja había convocado a una marcha nacional por el desabasto, pero tras este compromiso la protesta se canceló. Sin embargo, al cierre de julio, la organización denunció que la falta de fármacos persistía, lo que llevó a reactivar la convocatoria para las movilizaciones del 9 y 10 de agosto.

"A un niño no se le debe prometer nada que no se le vaya a cumplir, como todos esos niños a los que la Presidenta les dice cada mes que ya van a llegar".
— Noemi Luna (@NoemiLuna_Zac) August 11, 2025
Desde octubre de 2024 prometieron medicinas. Y al día de hoy mienten. NO han llegado.#Queremosmedicinas pic.twitter.com/IF0FmPfBB8
Críticas directas a la administración actual
A su llegada a Palacio Nacional, Barbosa subrayó que el problema no es exclusivo del actual gobierno, pero cuestionó el manejo de la crisis:
“Los niños y los adultos que están en los hospitales, sin fijarnos ya en la enfermedad, ya no solo el cáncer, ya son todas las que están pasando una situación delicada al no tener sus medicamentos”.
También pidió un fondo de urgencia para la compra de insumos y medicamentos esenciales, con el fin de garantizar la disponibilidad inmediata. En un mensaje dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum, Barbosa señaló:
“Estamos en agosto, presidenta. Ya reprobó este año. Ni siquiera López Obrador se había tardado tanto. Él lo más tardado que llegó fue en junio. Usted ya llegó a agosto”.
Según la organización, Eduardo Clark puso como fecha tentativa de llegada de medicamentos entre el 15 y el 20 de agosto, aunque advirtió que no existen “garantías” de cumplimiento.
IMSS-Bienestar: sin diferencias en el abasto
Barbosa recordó que no todos los estados están integrados al programa IMSS-Bienestar entre ellos Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León y Querétaro, pero advirtió que la afiliación no ha marcado una diferencia en el acceso a medicamentos.
Esto revela que la problemática no se limita a un modelo de gestión específico, sino que responde a fallas estructurales en la cadena de suministro y en los mecanismos de compra y distribución a nivel nacional.
Impacto sanitario del desabasto
La falta de medicamentos en hospitales públicos mexicanos representa una crisis sanitaria que afecta a pacientes de todas las edades y condiciones médicas. La ausencia tanto de fármacos oncológicos como de medicamentos básicos interrumpe tratamientos, retrasa diagnósticos y pone en riesgo la recuperación de miles de personas.
Desde el punto de vista de la salud pública, este escenario incrementa la presión sobre el sistema hospitalario, obliga a los pacientes a recurrir al mercado privado con un alto costo económico y genera un riesgo adicional para poblaciones vulnerables que dependen exclusivamente de la atención pública.
La persistencia del desabasto de medicamentos, a pesar de compromisos públicos y plazos establecidos, refleja debilidades en la planificación logística, la supervisión de compras y la ejecución presupuestaria. La detección de sobrecostos en la compra consolidada muestra la necesidad de mecanismos de control más estrictos, pero también evidencia que los procesos de corrección no pueden interrumpir el suministro de fármacos esenciales.
Expertos advierten que sin un plan de contingencia nacional, el sistema seguirá expuesto a crisis cíclicas que impactan de manera directa en la salud y la calidad de vida de los pacientes. La creación de un fondo de urgencia, como propone Nariz Roja, podría servir como medida temporal para evitar quiebres en la cadena de suministro mientras se estabilizan los procesos de compra y distribución.
La presión ciudadana, materializada en marchas y denuncias públicas, ha logrado visibilizar el problema, pero la resolución dependerá de la capacidad del gobierno federal y los estados para implementar soluciones rápidas y sostenibles.
Garantizar el derecho a la salud implica no solo abastecer medicamentos, sino también establecer mecanismos preventivos que eviten la repetición de escenarios similares. La experiencia de este año será un punto de referencia para medir la capacidad de respuesta del sistema de salud mexicano y su compromiso con la atención oportuna y equitativa.