Con el objetivo de asegurar un desarrollo integral desde las primeras etapas de la vida, la Secretaría de Salud de México impulsa el Programa Nacional de los Primeros 1000 días de vida, una estrategia prioritaria enmarcada dentro de los Protocolos Nacionales de Atención Médica (PRONAM), centrada en la protección, prevención y cuidado de niñas y niños desde el embarazo hasta los dos años de edad.
Este compromiso fue ratificado durante la Primera Sesión Ordinaria 2025 de la Comisión para la Primera Infancia, donde se presentaron avances y nuevos lineamientos que buscan consolidar esta etapa como una política de Estado con impacto intersectorial.
“La protección integral de la infancia no es un gesto caritativo ni una responsabilidad aislada, sino una responsabilidad compartida que nos define como sociedad”, subrayó el subsecretario de Políticas de Salud y Bienestar Poblacional, Ramiro López Elizalde, frente a representantes del sector salud, organismos internacionales y la sociedad civil.
Ejes estratégicos: salud materna, nutrición y vacunación en México
El director general del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CeNSIA), Daniel Aceves Villagrán, explicó que el programa contempla el fortalecimiento del control prenatal, la detección temprana de riesgos en el embarazo, el acceso a un parto seguro y la vacunación oportuna tanto para madres gestantes como para personas recién nacidas.
Asimismo, se promueve la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses y su continuación complementaria hasta los dos años o más. Este enfoque, respaldado por evidencia científica y organismos internacionales, ha demostrado ser clave para el desarrollo saludable de los niños, tanto en términos inmunológicos como en crecimiento y desarrollo cognitivo.
Aceves Villagrán también señaló que se está construyendo una transición hacia un Programa Nacional con enfoque interinstitucional e intersectorial, lo cual implica la articulación efectiva entre sectores públicos, sociales e internacionales. “Este es un paso clave para consolidar una política de Estado que ponga al centro el bienestar de las infancias”, afirmó.
Hacia una política pública integral y alineada
Durante la sesión, también se presentó la propuesta de actualización de la Estrategia Nacional de Atención a la Primera Infancia (ENAPI) 2025-2030, que permitirá dar coherencia y seguimiento a las políticas públicas tanto a nivel nacional como estatal. La nueva versión de ENAPI se construye con base en tres enfoques clave: equidad, territorio y derechos, buscando garantizar que ninguna niña o niño menor de cinco años quede excluido del acceso a servicios esenciales.
Esta estrategia es especialmente relevante para poblaciones vulnerables, donde las desigualdades sociales, económicas y territoriales afectan la salud, nutrición, estimulación temprana y acceso a servicios de calidad.
“Los siguientes 1000 días”: evidencia científica y continuidad del cuidado
En el marco de la sesión, se compartieron los hallazgos de la nueva serie publicada por The Lancet, titulada “Los siguientes 1000 días”, la cual se enfoca en el desarrollo infantil entre los 2 y los 5 años de edad. Las investigadoras Milagros Nores y Catherine Draper resaltaron que este periodo representa una “oportunidad única y valiosa” para fortalecer trayectorias de crecimiento, bienestar emocional y aprendizaje.
“El cuidado de las niñas y los niños durante los siguientes 1000 días es muy importante porque continúa moldeando su desarrollo en el hogar, en su comunidad y como parte de su educación”, enfatizaron. Este llamado a extender el enfoque más allá de los dos primeros años de vida refuerza la importancia de la continuidad en las políticas públicas dirigidas a la niñez.
La sesión contó con la participación de figuras clave en el ámbito académico, institucional y de la sociedad civil, como Guillermo Torre, rector de TecSalud; Aranzazú Alonso, directora ejecutiva del Pacto por la Primera Infancia; Lorena Villavicencio, secretaria ejecutiva del SIPINNA; y Adriana Gidi, directora asociada del Centro de Primera Infancia.
Todos los participantes coincidieron en la importancia de consolidar un ecosistema de cooperación que integre salud, educación, protección social y participación comunitaria como elementos inseparables para garantizar los derechos de la primera infancia.
Una hoja de ruta para transformar el futuro
Con la implementación del Programa Nacional de los Primeros 1000 Días de Vida, México reafirma su compromiso con el desarrollo infantil temprano como una prioridad de salud pública y justicia social. La combinación de políticas basadas en evidencia, articulación institucional y participación activa de la sociedad civil sienta las bases para reducir desigualdades desde el nacimiento y generar condiciones más equitativas a lo largo del ciclo vital.
Este enfoque se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial los vinculados a salud y bienestar (ODS 3), educación de calidad (ODS 4) y reducción de desigualdades (ODS 10), consolidando una visión de largo plazo centrada en el bienestar de la infancia mexicana.