Pakistán ha iniciado una de las campañas de salud pública más ambiciosas de su historia con la introducción de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), destinada a niñas entre 9 y 14 años, con el objetivo de prevenir el cáncer de cuello uterino, la cuarta causa más común de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial.
La estrategia, respaldada por Gavi, la Alianza para las Vacunas, UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS), busca alcanzar a más de 13 millones de niñas en una primera fase y posteriormente integrar la vacuna al esquema nacional de inmunización. Con esta medida, el país no solo se suma a más de 150 naciones que ya implementan el biológico, sino que también se alinea con la meta global de eliminar el cáncer cervical como problema de salud pública para 2030.
Cáncer de cuello uterino: un reto global de salud pública
El cáncer de cuello uterino es actualmente la cuarta neoplasia más frecuente entre mujeres en todo el mundo. De acuerdo con estimaciones de Our World in Data, en 2022 se registraron más de 660.000 nuevos casos y 350.000 muertes por esta causa, cifras que reflejan la magnitud del desafío sanitario. La carga de la enfermedad se concentra principalmente en países de ingresos bajos y medianos, donde los programas de detección temprana y tratamiento oportuno son insuficientes. En estas regiones se produce cerca del 90% de los fallecimientos, lo que evidencia la urgencia de fortalecer las estrategias de prevención primaria.
La OMS, consciente de este panorama, estableció la estrategia 90-70-90 como hoja de ruta para eliminar el cáncer de cuello uterino como problema de salud pública hacia 2030. El plan propone que el 90% de las niñas sean vacunadas contra el VPH antes de cumplir 15 años, que el 70 % de las mujeres se sometan a pruebas de detección en edades clave y que el 90% de quienes presenten lesiones precancerosas reciban tratamiento adecuado.
Una campaña sin precedentes en Pakistán
Con el lanzamiento oficial de la campaña el 15 de septiembre de 2025, Pakistán busca proteger a más de 13 millones de niñas entre 9 y 14 años. La primera fase de la estrategia se desarrolla en Punjab, Sindh, Cachemira administrada por Pakistán y el Territorio de la Capital de Islamabad, con la meta de alcanzar una cobertura mínima del 90%. Posteriormente, la vacuna quedará integrada en el esquema nacional de inmunización para niñas de 9 años, garantizando sostenibilidad a largo plazo.

El despliegue logístico es de gran escala. La aplicación se realizará en centros de salud, escuelas, unidades de vacunación móviles y brigadas especiales en zonas remotas, con el propósito de no dejar a ninguna población atrás. El gobierno ha confirmado que la vacuna estará disponible de manera gratuita para todas las niñas elegibles, eliminando así barreras económicas que podrían limitar el acceso.
Evidencia científica y beneficios esperados
La evidencia acumulada en más de 150 países demuestra que una sola dosis de la vacuna contra el VPH puede prevenir la mayoría de los casos de cáncer cervical si se administra antes de la exposición al virus. Estudios recientes han señalado que los esquemas de dos y tres dosis ofrecen una protección superior al 90% contra las infecciones persistentes por los tipos de VPH de alto riesgo y las lesiones precancerosas.
En el caso de los países apoyados por Gavi, los análisis de impacto estiman que por cada mil niñas vacunadas se evitan aproximadamente 17 muertes futuras, lo que convierte a este biológico en una de las intervenciones de mayor costo-efectividad en salud pública.
El impacto esperado en Pakistán es significativo. Actualmente, en el país mueren ocho mujeres cada día por cáncer de cuello uterino, una cifra que podría disminuir drásticamente con la implementación de la vacuna. Las proyecciones indican que para 2027 más de 17 millones de niñas habrán sido protegidas, marcando un punto de inflexión en la salud femenina del país.
Retos sociales y culturales
Pese al entusiasmo de las autoridades y socios internacionales, la campaña enfrenta desafíos relevantes. Uno de los principales es la desinformación. En varios países, incluida Pakistán, han circulado rumores que asocian falsamente la vacuna con problemas de fertilidad o con supuestos riesgos graves para la salud. Durante el lanzamiento de la estrategia, el Ministro de Salud hizo un llamado expreso a los padres para que no caigan en estas campañas de desprestigio y confíen en la evidencia científica que respalda la seguridad y efectividad del biológico.
Otro reto crucial es la cobertura de las niñas que no asisten a la escuela. Se estima que casi la mitad de la población objetivo no está inscrita en instituciones educativas, lo que obliga a desplegar brigadas móviles y puntos comunitarios de vacunación. Además, las desigualdades en infraestructura sanitaria en las zonas rurales representan un obstáculo adicional para mantener la cadena de frío, asegurar personal capacitado y garantizar la continuidad del proceso.
Pakistán y México: dos experiencias en la vacunación contra el VPH
La introducción de la vacuna contra el VPH en Pakistán se suma a la experiencia de México, país que inició la inmunización contra este virus en 2008. En sus primeras fases, el biológico se aplicó a niñas de 9 a 12 años en escuelas primarias y posteriormente se incorporó al Programa de Acción Específico de Cáncer de la Mujer.
México, sin embargo, ha enfrentado retos similares a los que hoy asume Pakistán. La cobertura de vacunación sufrió una caída significativa durante la pandemia de COVID-19, cuando la aplicación sistemática se interrumpió entre 2020 y 2021. En 2023, la Secretaría de Salud retomó la estrategia con la meta de vacunar a 2,5 millones de adolescentes, en coordinación con la Secretaría de Educación Pública y los servicios estatales de salud.
El contraste es claro. Mientras Pakistán busca alcanzar el 90% de cobertura en una población de 13 millones de niñas en un solo despliegue masivo, México enfrenta el desafío de recuperar los niveles de inmunización previos a la pandemia y garantizar que la vacunación se consolide como una práctica sostenida dentro de la salud escolar y comunitaria. Ambas experiencias muestran que, más allá de la disponibilidad del biológico, factores como la voluntad política, la asignación presupuestaria, la comunicación pública y la confianza de las familias son determinantes para el éxito de la estrategia.
Un hito en la prevención global del cáncer cervical
La campaña de vacunación contra el VPH en Pakistán se consolida como un acontecimiento clave en la agenda mundial de salud pública. Con el respaldo de organismos internacionales y la meta de alcanzar al 90% de las niñas en edad elegible, el país da un paso decisivo hacia la eliminación del cáncer de cuello uterino como amenaza sanitaria. Para México, esta experiencia internacional refuerza la urgencia de garantizar coberturas estables, fortalecer la confianza comunitaria y blindar la vacunación contra interrupciones futuras. Solo con acciones sostenidas y coordinadas será posible cumplir la meta fijada para 2030 proteger a millones de mujeres de una enfermedad prevenible y mortal.


