PUBLICADO: mayo 5, 2025 | 10:56 am

Panorama presupuestario en salud: impacto y perspectiva para México 2025

Panorama presupuestario en salud: impacto y perspectiva para México 2025

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El panorama presupuestario del sector salud en México para el año 2025 ha introducido un cambio de lenguaje significativo en la política pública sanitaria del país. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha optado por el término «ajustes» en lugar de «recortes» al referirse a la disminución presupuestaria en el sector salud para el ejercicio fiscal 2025. Esta elección terminológica no es meramente semántica, sino que refleja un enfoque comunicacional estratégico ante una realidad presupuestaria compleja. Los «ajustes» implican una redistribución o modificación de los recursos asignados, sugiriendo un proceso técnico de optimización presupuestaria, mientras que «recortes» connotaría una eliminación de fondos.

La tendencia histórica del presupuesto de salud en México desde 2020 hasta 2024 se caracterizó por un incremento sostenido, reflejando una priorización nominal del sector dentro de la política pública. Esta tendencia, que coincidió con la pandemia de COVID-19, resaltó la importancia de fortalecer los sistemas de salud. Sin embargo, el presupuesto propuesto para 2025 marca una ruptura significativa con esta tendencia alcista. Con una asignación de 881 mil millones de pesos, se observa una disminución del 12.2% respecto al presupuesto aprobado en 2024, lo que representa el monto más bajo desde 2022 y un cambio de dirección en la política presupuestaria para el sector.

Impacto de los «ajustes» en la calidad y accesibilidad de los servicios médicos

Los ajustes presupuestarios para 2025 tendrán un impacto directo en la capacidad del sistema de salud para proporcionar servicios de atención primaria, especialmente a la población sin seguridad social. La reducción en el gasto per cápita, estimada en un 22.6%, afectará la disponibilidad y calidad de los servicios.

Además, es probable que se vea afectada la accesibilidad geográfica de los servicios de salud, especialmente en zonas rurales y comunidades marginadas, y los tiempos de espera para consultas, procedimientos y cirugías podrían incrementarse significativamente. Los programas de prevención y promoción de la salud, así como la disponibilidad de medicamentos e insumos médicos esenciales, también podrían verse afectados por la reducción presupuestaria.

Desafíos y estrategias ante en panorama presupuestario

Los ajustes presupuestarios en el sector salud para 2025 se enmarcan en un contexto económico particular, con una proyección de crecimiento de la economía mexicana entre 2.0% y 3.0%. La reducción en el presupuesto de salud forma parte de una estrategia más amplia de ajuste al gasto neto total del sector público federal, posiblemente orientada a objetivos fiscales como la reducción del déficit o la contención del endeudamiento público.

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Entre los principales desafíos para el sistema de salud mexicano en 2025 están la sostenibilidad financiera, la atención a grupos vulnerables, la capacidad de respuesta ante emergencias y la transición epidemiológica. La reducción presupuestaria plantea desafíos adicionales en este contexto, requiriendo decisiones difíciles sobre priorización de servicios y racionalización de recursos.

La caracterización de la reducción significativa del panorama presupuestario de salud como «ajustes» refleja la dimensión política y comunicacional de la gestión presupuestaria. Más allá de la terminología empleada, los datos indican un cambio de dirección en la política presupuestaria para el sector salud, con potenciales implicaciones importantes para la calidad y accesibilidad de los servicios de salud en México, especialmente para la población más vulnerable.

Este análisis se basa en la información disponible actualmente sobre el Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2025, destacando las tendencias y cambios más significativos según los datos proporcionados.

¿Cuál es la definición oficial de ‘ajustes’ en el gasto de salud según la Secretaría de Hacienda de México para 2025?

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público emplea el término «ajustes» para referirse a modificaciones en la asignación presupuestaria orientadas a cumplir con metas de sostenibilidad fiscal sin catalogarlas como recortes directos a los servicios. En el Paquete Económico 2025 se explicita que el ajuste corresponde a una reducción en el gasto neto total del sector público federal, en particular en el componente programable que el gobierno puede administrar directamente, justificando la medida por la necesidad de reducir el déficit y priorizar la disciplina financiera. Esta visión enfatiza que los “ajustes” buscan eficiencia y racionalización, no necesariamente el desmantelamiento de programas esenciales.

Evolución del presupuesto de salud en México de 2020 a 2025: análisis y tendencias

De 2017 a 2024 el presupuesto en salud mostró incrementos anuales consecutivos, alcanzando en 2024 su punto más alto reciente. Sin embargo, para 2025 Hacienda propone un gasto federal para salud de 881 mil millones de pesos; esto es una disminución de 12.2% respecto a 2024, equivalente a 122 mil millones menos y representando el monto más bajo desde 2022. El análisis muestra una ruptura de tendencia positiva y marca un patrón de austeridad y restricción presupuestaria para el sector salud en el corto plazo.

Impacto de los ajustes presupuestarios en la calidad y accesibilidad de los servicios de salud en México para 2025

El recorte de 12.2% en el presupuesto funcional en salud compromete tanto la calidad como la accesibilidad de los servicios, sobre todo para la población sin seguridad social cuyo gasto per cápita se reducirá en 22.6% respecto a 2024. Esto se traduce en menos recursos para medicamentos, materiales médicos y programas preventivos, lo que podría aumentar tiempos de espera, saturar unidades y limitar el acceso efectivo a servicios básicos, afectando especialmente a los sectores más vulnerables.

Desafíos para el sistema de salud mexicano en 2025 debido a los ajustes presupuestarios

Las principales complicaciones para 2025 incluyen la necesidad de mantener servicios esenciales con menos recursos, garantizando la atención a una población creciente y envejecida, además de la presión por no descuidar la cobertura farmacéutica ni la infraestructura. La reducción presupuestaria intensifica la competencia entre instituciones como IMSS, ISSSTE y SSA, lo que puede derivar en disparidades regionales y rezagos estructurales que dificulten el avance hacia la atención universal y de calidad.

Comparación del gasto per cápita en salud antes y después de los ajustes en México para 2025

El gasto per cápita para personas sin seguridad social en 2025 se calcula en 4,490 pesos, lo que representa una disminución de 1,313 pesos o 22.6% respecto a lo aprobado en 2024. Este descenso implica que habrá menos recursos disponibles por persona para cubrir necesidades médicas, lo que potencialmente impacta la equidad y capacidad operativa del sistema público de salud, especialmente en contextos de alta demanda y precariedad.

Estrategias del gobierno mexicano para manejar la reducción presupuestaria en salud para 2025

Entre las respuestas oficiales destacan la implementación de medidas de austeridad republicana y la apuesta por la reingeniería administrativa para maximizar la eficiencia sin afectar la operación esencial de los servicios. El gobierno prioriza la racionalización del gasto y la focalización de recursos, además de buscar alianzas estratégicas e incentivos para optimizar la provisión y adquisición de insumos médicos, aunque la evidencia sugiere que estos esfuerzos pueden no compensar completamente la magnitud del ajuste.

Implicaciones de los ajustes presupuestarios en los programas de prevención y promoción de la salud en México para 2025

Los programas de prevención y promoción tienden a ser de los más afectados en escenarios de restricción presupuestaria, ya que suelen recibir menos prioridad frente a la atención curativa de emergencias. La reducción de fondos compromete la continuidad de campañas de vacunación, salud materno-infantil y control de enfermedades crónicas, lo que a mediano plazo puede aumentar la demanda de servicios de mayor costo y agravar desigualdades en salud, impactando negativamente los indicadores nacionales.

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