Generalmente, cuando un médico prescribe un medicamento, en la receta u orden médica escribe el nombre del medicamento de marca y también un genérico por si el paciente no tiene los recursos necesarios para acceder al principal (ojo, no en todos los casos).
Además en algunos países en las farmacias se orienta al usuario para que decida cual versión del fármaco adquirir en función de su bolsillo. En contraste, en México, los médicos no pueden escribir cual es la denominación genérica de los medicamentos en las recetas ni el usuario puede cambiar el medicamento de marca a genérico durante la entrega del mismo en las farmacias.
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A raíz de estos obstáculos la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa que ordena a los médicos hacer saber al paciente las opciones de fármacos prescritos y colocarlas en la receta por si desea adquirir la versión genérica a un costo más accesible.
En la Cámara la iniciativa se aprobó de forma unánime y también fue aprobada por el senado hace poco, por lo que solo hace falta que suba al pleno y se apruebe para que la transición en la prescripción de medicamentos comience.
Pero esta idea no es reciente, sino que se habían adelantado estudios previos (hace casi 20 años) liderados por Funsalud y Cofece. Luego estuvo en pausa y recientemente fue retomada por el Gobernador de Nayarit y exsenador Miguel Navarro y por el actual senador Américo Villareal.
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En la Cámara la iniciativa tuvo una buena acogida, sin embargo, si en el pleno le hacen una modificación, por pequeña que esta sea, tendrá que volver a aprobarse por el senado y seguramente allí se quedará por varios meses más.
Entre los impulsores en esta última etapa ha estado Dilameg, un organismo que agrupa a 25 productores y 15 distribuidores de genéricos del país, segmento que viene creciendo desde hace décadas y que en esta pandemia ha representado una opción para los pacientes del sector público que se han quedado sin su terapia debido al extendido desabasto. El grupo Dilameg cubre actualmente el 70% de la participación de genéricos en el mercado privado.
No obstante, el proyecto sí ha sufrido cambios en su paso por cámara y senado, por ejemplo se eliminó la opción de que en farmacias se pueda orientar al paciente. En su lugar se establece que la Secretaría de Salud debe capacitar al personal farmacéutico para que en un futuro se pueda emplear esta opción.
En todo caso, con la posible aprobación de esta iniciativa los pacientes estarán mejor informados, y tendrán la corresponsabilidad (junto con su médico) de cuidar su salud y su bolsillo.