PUBLICADO: abril 1, 2025 | 9:49 am

Persisten reportes de desabasto de medicamentos en el IMSS

El desabasto sostenido de medicamentos en unidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) pone en riesgo la continuidad de terapias para millones de derechohabientes. Autoridades federales reconocen la crisis, pero el abasto sigue sin resolverse en 2025.
Persisten reportes de desabasto de medicamentos en el IMSS

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Durante un encuentro con la Academia Nacional de Medicina de México, realizado el pasado mes de febrero de 2025, el subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, Eduardo Clark, reconoció públicamente que el país atraviesa una “etapa crítica” en la distribución y desabasto de medicamentos. A pesar de los esfuerzos por rediseñar los mecanismos de compra y mejorar la eficiencia logística, los reportes de escasez persisten en múltiples entidades federativas, particularmente en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“La falta de medicamentos no es una percepción: es una realidad que afecta tratamientos crónicos, agudos y especializados. Se están buscando soluciones estructurales, pero el impacto sigue siendo grave”, admitió Clark en su intervención ante la comunidad médica.

Los retrasos en la entrega de tratamientos y la imposibilidad de surtir recetas han generado incertidumbre entre los pacientes, sobre todo aquellos con enfermedades crónicas que requieren continuidad terapéutica para evitar descompensaciones clínicas.

Reportes de campo: medicamentos esenciales no disponibles

De acuerdo con el colectivo ciudadano Cero Desabasto, para el cierre de 2024 y el primer trimestre de 2025, la falta de medicamentos continuó afectando tratamientos clave. Entre los fármacos reportados como no surtidos se encuentran:

  • Amlodipino (hipertensión)
  • Liraglutida (diabetes tipo 2)
  • Desmopresina (diabetes insípida y hemofilia)
  • Insulina NPH (diabetes tipo 1 y 2)
  • Levetiracetam (epilepsia)
  • Atorvastatina (dislipidemias)
  • Celecoxib (artritis, dolor crónico)
  • Ácido Risedrónico (osteoporosis y enfermedad de Paget)

Este último ha generado particular alarma entre los pacientes que sufren osteoporosis, una enfermedad esquelética que afecta a más de 10 millones de personas en México, según datos de la Secretaría de Salud. Al respecto, el Dr. Carlos Pineda Villaseñor, director general del Instituto Nacional de Rehabilitación (INRLGII), advierte que “la osteoporosis no tratada incrementa significativamente el riesgo de fracturas, discapacidad y mortalidad en adultos mayores”.

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Un desabasto con impacto sistémico

El desabasto de medicamentos en México no es un fenómeno nuevo. Desde 2019, diversos cambios estructurales en la política de adquisiciones, la desaparición del Seguro Popular, la centralización de compras y las reformas a la Ley de Adquisiciones han generado cuellos de botella que impactan la cadena de suministro.

Organizaciones como la Red por la Salud Pública y el Colectivo Nosotrxs han advertido que la escasez de fármacos en instituciones como el IMSS, ISSSTE y hospitales estatales, tiene consecuencias reales: pérdida de adherencia a tratamientos, progresión de enfermedades y saturación de los servicios de urgencias por descompensaciones evitables.

Pacientes buscan soluciones fuera del sistema público

Ante la falta de medicamentos en las farmacias del IMSS, muchos derechohabientes han recurrido a buscar los productos por cuenta propia en farmacias privadas. Sin embargo, también allí se han registrado faltantes, especialmente de medicamentos especializados como el ácido risedrónico, lo que sugiere una afectación más amplia de la cadena de abasto nacional.

La promesa de una solución que aún no llega

A inicios de 2025, el Gobierno de México anunció una estrategia para adquirir directamente medicamentos con los laboratorios fabricantes, con el objetivo de garantizar el abasto oportuno. Se esperaba que la escasez disminuyera durante el primer bimestre del año. No obstante, al cierre de marzo y entrada de abril, múltiples hospitales y clínicas reportan recetas sin surtir, lo que pone en duda la eficacia de la nueva estrategia.

A ello se suman desafíos logísticos como el retraso en la distribución por parte de la empresa estatal BIRMEX, así como problemas en la integración de la plataforma de gestión de inventarios INSABI-IMSS-BIENESTAR, que aún presenta inconsistencias.

Frente a este panorama, especialistas y colectivos ciudadanos han llamado a fortalecer la transparencia en los procesos de compra, integrar a los profesionales de la salud en la toma de decisiones y establecer canales eficientes de monitoreo ciudadano. También exigen un registro en tiempo real de medicamentos disponibles por unidad médica, para evitar recorridos infructuosos por parte de los pacientes.

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