PUBLICADO: octubre 29, 2025 | 10:53 am

Nueva tecnología restaura la eficacia de la quimioterapia frente a células cancerosas resistentes

Una innovación química abre la posibilidad de recuperar la potencia de la quimioterapia en tumores que habían dejado de responder al tratamiento.
Nueva tecnología restaura la eficacia de la quimioterapia frente a células cancerosas resistentes

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Un grupo de científicos del King’s College London ha desarrollado una tecnología pionera denominada inhibidor de la resistencia al eflujo (ERB), capaz de restaura la eficacia de la quimioterapia y neutralizar una de las principales defensas de las células cancerosas, las bombas de eflujo. Estas proteínas, presentes en la membrana celular, expulsan sustancias tóxicas, incluidos los fármacos quimioterapéuticos, reduciendo drásticamente su eficacia.

El estudio, publicado en el Journal of Medicinal Chemistry (2025), demostró que al incorporar fragmentos de ERB en la estructura química de un medicamento oncológico, se logra impedir que las bombas reconozcan y eliminen el fármaco. Este diseño permite mantener concentraciones intracelulares terapéuticas sin provocar toxicidad adicional, un problema que había limitado estrategias previas.

Según el profesor Miraz Rahman, autor principal, este enfoque ofrece un marco sólido para rediseñar los fármacos oncológicos existentes y devolverles su eficacia”. El hallazgo marca un avance en la lucha contra la quimiorresistencia, uno de los principales obstáculos para el control del cáncer a largo plazo.

¿Qué resultados se obtuvieron al aplicar la tecnología ERB al fármaco imatinib?

El equipo liderado por la Dra. Madiha Chowdhury aplicó la tecnología ERB al imatinib, un inhibidor de la tirosina quinasa ampliamente utilizado para tratar la leucemia mieloide crónica (LMC). Pese a su éxito clínico, este fármaco es vulnerable a las bombas de eflujo, particularmente la glicoproteína P (P-gp) y la proteína de resistencia al cáncer de mama (BCRP), que reducen su concentración intracelular hasta niveles insuficientes.

Al modificar la estructura del imatinib con fragmentos ERB, los investigadores lograron que el compuesto permaneciera más tiempo dentro de las células cancerosas. De esta manera, el fármaco recuperó su capacidad terapéutica incluso en líneas celulares previamente resistentes. “Se pueden diseñar fármacos menos reconocibles por las bombas de eflujo, alcanzando niveles terapéuticos sin interferir con otras funciones celulares”, explicó el profesor Ben Forbes.

Los resultados confirman que el rediseño molecular basado en ERB puede aumentar significativamente la durabilidad de los tratamientos oncológicos y disminuir las recaídas asociadas a la pérdida de respuesta terapéutica.

El papel del diseño molecular en el desarrollo de fármacos de quimioterapia de nueva generación

El desarrollo del inhibidor ERB representa un cambio de paradigma en la investigación farmacéutica. En lugar de crear nuevos fármacos desde cero, esta estrategia permite optimizar moléculas existentes mediante la ingeniería estructural, preservando su función terapéutica y reduciendo los costos de desarrollo clínico.

De acuerdo con el profesor Chris Pepper, “los inhibidores de la tirosina quinasa han salvado millones de vidas, pero la resistencia sigue siendo un desafío. Desarrollar versiones resistentes a la expulsión podría mejorar la durabilidad del tratamiento y prevenir recaídas”. El enfoque propuesto por el King’s College London sienta las bases para una nueva generación de medicamentos inteligentes, capaces de evadir los mecanismos de defensa de las células tumorales sin comprometer la seguridad del paciente.

Más allá del imatinib, los investigadores estiman que la tecnología ERB podría aplicarse en múltiples tipos de cáncer donde las bombas de eflujo desempeñan un papel central: mama, pulmón, ovario y páncreas. Su potencial se extiende también a áreas terapéuticas como los antibióticos y antifúngicos, donde los mecanismos de resistencia celular son igualmente problemáticos.

El estudio refuerza el liderazgo del King’s College London en química medicinal aplicada y resalta la importancia de la investigación traslacional en la lucha contra la resistencia farmacológica. Actualmente, el equipo busca establecer alianzas con la industria farmacéutica para acelerar su paso hacia ensayos clínicos.

El avance del inhibidor ERB no solo mejora las expectativas de eficacia de la quimioterapia, sino que ofrece una vía sostenible para recuperar fármacos descartados por su baja respuesta clínica. Este enfoque podría redefinir los modelos de desarrollo oncológico y consolidar el papel del diseño molecular como herramienta estratégica en la medicina personalizada.

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