En México, la accesibilidad a dispositivos avanzados para el diagnóstico de problemas visuales es limitada, especialmente en áreas rurales o de difícil acceso. Para resolver esta carencia, Bleps Vision, una empresa incubada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha desarrollado TOCO, un topógrafo corneal portátil diseñado para facilitar la detección de afecciones oculares en cualquier lugar, acercando el diagnóstico a comunidades y pacientes que antes no tenían acceso a estas herramientas.
El mundo enfrenta una crisis de salud visual. Más de mil millones de personas viven con deficiencias visuales que podrían haberse prevenido con diagnóstico temprano y tratamiento adecuado, según la Organización Mundial de la Salud. En México, dos millones 237 mil personas presentan alguna deficiencia visual, y quienes se dedican a la optometría suelen enfrentar obstáculos significativos por la falta de herramientas accesibles para realizar estudios diagnósticos completos.
Con el desarrollo de TOCO, Bleps Vision aspira a llenar este vacío. «Diseñamos TOCO pensando en aquellas personas que no pueden acceder fácilmente a un consultorio o laboratorio óptico especializado», afirma José Rufino Díaz Uribe, socio cofundador y responsable técnico de la empresa. Gracias a su tamaño compacto y tecnología avanzada, permite evaluar la superficie anterior de la córnea y detectar problemas refractivos, como ectasias corneales o queratocono, de manera rápida y precisa, en consultorios, clínicas e incluso en el propio hogar del paciente.
Portabilidad y precisión de TOCO
A diferencia de los equipos de topografía tradicionales, que son grandes, costosos y requieren un entorno específico, TOCO puede transportarse fácilmente en un maletín. «Imaginamos un dispositivo que pudiera ser utilizado en brigadas de salud para llegar a comunidades donde el acceso a exámenes visuales es limitado», destaca Héctor López Aguado Aguilar, director del emprendimiento y académico de la UNAM. Además, el dispositivo está diseñado para usarse en pacientes con movilidad limitada, como bebés o personas con discapacidades, eliminando la necesidad de que estos viajen hasta el equipo.
La tecnología, desarrollada por expertos en ingeniería, óptica y programación de software, permite una precisión mayor que la de los métodos convencionales. Mientras que los topógrafos tradicionales se basan en un disco de Plácido, una técnica que puede generar errores debido a la oblicuidad de los rayos, TOCO utiliza una pantalla de puntos individuales para analizar con mayor precisión la curvatura corneal. Este diseño asegura mediciones exactas que evitan diagnósticos incorrectos y permiten una mejor planificación de tratamientos o la adaptación de lentes de contacto.

Innovación única desde InnovaUNAM
Bleps Vision es una de las empresas de base tecnológica graduadas de InnovaUNAM, el programa de incubación de la UNAM. El proyecto comenzó con José Rufino Díaz, quien trabajó durante años en el desarrollo de dispositivos innovadores para mejorar la salud visual. En 2016, el equipo participó en el curso I-Corps, que evalúa la viabilidad de nuevos emprendimientos, obteniendo resultados favorables para su implementación.
Después de su paso por InnovaUNAM, Bleps Vision se consolidó como una empresa SA de CV, incorporando expertos en ingeniería, diseño, matemáticas y óptica. “Tuvimos el reto de encontrar personas con la formación técnica necesaria y la disposición para colaborar en un proyecto de impacto social y tecnológico”, comenta López Aguado. Esta colaboración interdisciplinaria ha permitido a Bleps Vision desarrollar un producto de alta tecnología, respaldado por el conocimiento de la UNAM.
Educación y aplicación práctica en la salud visual
Desde su creación, el dispositivo ha servido también en el ámbito académico, como comenta Irán Robles Gutiérrez, profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, quien utiliza el dispositivo para enseñar a sus estudiantes cómo realizar topografías corneales y analizar datos clínicos. «TOCO permite visualizar mapas de elevación y patrones de curvatura, lo cual facilita identificar astigmatismo, queratoconos y otras afecciones de manera práctica y precisa», explica Robles Gutiérrez.
Además, la portabilidad lo hace idóneo para la adaptación de lentes de contacto, un proceso que requiere análisis detallados sobre las áreas de contacto y la distribución de la lágrima. Los colores y mapas tridimensionales que ofrece el software de TOCO brindan información detallada, útil tanto para optometristas como para oftalmólogos, quienes pueden asegurar que el lente de contacto se adapte perfectamente a la superficie de la córnea, evitando molestias y fatiga ocular en el paciente.
TOCO marca un precedente en el diseño de dispositivos portátiles de alta tecnología que atienden una necesidad real de accesibilidad en salud visual, especialmente en comunidades rurales o marginales. Para Héctor López Aguado, este tipo de innovaciones representan un paso importante en la autonomía de los profesionales de la salud visual en México. «La creación de TOCO demuestra cómo el talento universitario y la tecnología pueden contribuir a mejorar la calidad de vida en el país, retribuyendo a la sociedad el esfuerzo invertido en formar especialistas y tecnólogos», sostiene.