Con más de 1.000 nuevos casos reportados en 2024, Ciudad de México ocupa el segundo lugar nacional en diagnósticos de VIH. Ante esta realidad, múltiples instituciones públicas y privadas ofrecen pruebas gratuitas, seguras y confidenciales para fomentar el diagnóstico temprano y reducir la transmisión.
VIH en México: una epidemia controlable con diagnóstico oportuno
El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) continúa siendo un desafío de salud pública en América Latina. Aunque ha dejado de ser una sentencia de muerte gracias al acceso a tratamientos antirretrovirales, su impacto persiste, especialmente en contextos donde el diagnóstico se retrasa o el acceso a servicios especializados es limitado.
Según cifras del Día Mundial del VIH 2024, México registró 15.798 nuevos diagnósticos durante el último año. De ellos, más de 1.000 casos corresponden a personas residentes en la Ciudad de México, lo que posiciona a la capital como la segunda entidad del país con mayor número de casos, superada solo por el Estado de México.
La detección temprana, además de ser una estrategia clínica eficaz, tiene un efecto inmediato en la salud pública: permite iniciar tratamiento antes de la aparición de síntomas, mejora la calidad y esperanza de vida de los pacientes, y reduce significativamente la transmisión del virus.
¿En qué consiste la prueba de VIH y quién debe realizarla?
La prueba de VIH es una herramienta diagnóstica para detectar la presencia de anticuerpos contra el virus. Existen dos tipos:
Prueba rápida: realizada con una gota de sangre, tiene una sensibilidad cercana al 100% y entrega resultados en 15–20 minutos.
Prueba convencional (ELISA): requiere laboratorio clínico, mayor tiempo de procesamiento y se utiliza en protocolos de confirmación.
Ambas pruebas pueden solicitarse sin necesidad de estar en ayuno ni de presentar síntomas. La Secretaría de Salud y organizaciones internacionales recomiendan que toda persona sexualmente activa se realice el test al menos una vez al año, especialmente si pertenece a grupos de población clave, como:
Hombres que tienen sexo con hombres (HSH).
- Personas transgénero.
- Trabajadores/as sexuales.
- Personas que usan drogas inyectables.
- Personas con antecedentes de infecciones de transmisión sexual.
También se recomienda tras haber tenido relaciones sexuales sin protección o compartir objetos punzocortantes.
Centros de prueba gratuitos en Ciudad de México.
A continuación, se detallan los principales puntos de acceso gratuito y seguro para la prueba de VIH en la capital:
- Instituto de la Juventud (Injuve)
• Ubicación: Calzada México-Tacuba 235, alcaldía Miguel Hidalgo.
• Horario: Martes, miércoles y jueves de 10:00 a 15:00 horas.
• Requisitos: No se requiere cita previa ni documento de identificación.
• Prueba: Rápida, confidencial y con entrega de resultados el mismo día. - Wellness Center AHF México
• Ubicación: Avenida Darwin 31, colonia Anzures.
• Horario: Lunes a viernes, 12:00 a 19:40 h; sábados, 09:00 a 13:00 h.
• Cita previa: Obligatoria. Teléfono: 55 52 07 90 81.
• Servicios adicionales: Orientación, condones, asesoría post resultado, acceso a tratamiento. - CENSIDA (Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA)
• Servicios: Diagnóstico, tratamiento de VIH y hepatitis C, entrega de antirretrovirales.
• Contacto: Teléfono 55 19 46 97 72 | Correo: [email protected].
• Acceso: Gratuito para personas sin seguridad social. Apoyo en vinculación con servicios clínicos.
¿Qué hacer ante un resultado positivo?
Un resultado reactivo en una prueba rápida no es un diagnóstico definitivo. Debe confirmarse con una segunda prueba (de seguimiento) y un análisis llamado Western Blot, o prueba de carga viral.
Una vez confirmado el diagnóstico, el paciente debe iniciar el esquema de terapia antirretroviral (TAR). Estos medicamentos no curan el VIH, pero suprimen el virus hasta niveles indetectables, lo que permite:
- Proteger la salud del paciente.
- Prevenir la progresión hacia el SIDA.
- Evitar la transmisión del virus (indetectable = intransmisible).
Según la Secretaría de Salud, una persona con VIH y tratamiento efectivo puede tener una esperanza de vida similar a la de alguien sin el virus.
Estigma y desinformación: barreras persistentes
A pesar de los avances clínicos y legislativos, aún persisten mitos y estigmas que dificultan la búsqueda de diagnóstico y tratamiento oportuno. Un resultado positivo no significa:
- Que se tenga SIDA.
- Que la persona está próxima a fallecer.
- Que no puede tener relaciones sexuales.
- Que no puede llevar una vida laboral, emocional o familiar normal.
El VIH no es una sentencia. Es una condición tratable y controlable. El reto está en combatir el estigma social, especialmente en sectores conservadores o con baja educación sexual.
Políticas públicas e integración con atención primaria
México ha avanzado en la inclusión del VIH dentro del paquete de servicios esenciales de salud. Sin embargo, aún persisten desafíos estructurales:
- Falta de integración entre atención primaria y servicios especializados.
- Demoras en entrega de medicamentos en zonas rurales.
- Limitado enfoque diferencial para poblaciones LGBTIQ+, indígenas o migrantes.
- Subregistro en mujeres y hombres heterosexuales fuera de los grupos clave.
La consolidación de un modelo centrado en prevención combinada (educación, diagnóstico, PrEP, condones y TAR) requiere inversión sostenida, colaboración intersectorial y políticas basadas en evidencia.
El diagnóstico es el primer paso para romper el ciclo
Cada año, miles de personas viven años sin saber que portan el VIH. Esta brecha en el diagnóstico es una de las principales causas de nuevas infecciones. Apostar por la expansión gratuita y accesible de las pruebas rápidas, así como por estrategias de acompañamiento post diagnóstico, es indispensable para reducir la transmisión y proteger vidas.
Ciudad de México ya cuenta con una red consolidada de servicios. Ahora, el reto está en que más personas accedan, sin miedo, sin barreras y sin prejuicios. Porque en salud pública, saber a tiempo puede ser la diferencia entre vivir y sobrevivir.