La política fiscal impulsada por el expresidente Donald Trump, centrada en la reducción del gasto federal con argumentos de eficiencia y austeridad, ha puesto a la atención médica, la investigación científica y la salud pública en el centro de una controversia técnica y política que podría tener efectos estructurales a largo plazo. Aunque muchos de los recortes han sido paulatinos o encubiertos bajo cláusulas administrativas, expertos advierten que el impacto acumulado sobre los sistemas de salud e investigación podría ser “diverso e inmenso”.
En palabras del premio Nobel Harold Varmus, exdirector de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y del Instituto Nacional del Cáncer, “es una insensatez recortar la financiación de esta manera”. Los recortes incluyen cancelaciones abruptas de subvenciones, paralización de estudios clínicos en curso incluidos algunos sobre COVID-19 persistente y vacunas de ARNm, y restricciones al financiamiento de programas públicos como Medicaid, afectando directamente el acceso a la salud de poblaciones vulnerables.
Reducciones críticas en los NIH: innovación médica en riesgo
La administración Trump ha recortado más de 2.300 millones de dólares en nuevas subvenciones para los NIH, desde que empezó su mandato, incluyendo proyectos sobre VIH, reticencia a la vacunación y enfermedades crónicas. Aunque estas subvenciones operan con renovaciones anuales, su cancelación prematura es un hecho poco frecuente que interrumpe investigaciones vitales.
Entre los afectados están ensayos clínicos en cáncer pediátrico, diabetes y COVID persistente, que dependen de financiación federal para mantener protocolos activos y reclutar pacientes. Los NIH, tradicionalmente responsables del desarrollo de investigaciones básicas, han sido fundamentales en el origen de la mayoría de patentes farmacéuticas y en la formación de científicos clave para la industria biomédica.
“Recortar un 25 % del gasto público en investigación y desarrollo tendría un efecto sobre la economía equivalente a la caída del PIB durante la Gran Recesión”, advierte un estudio reciente citado por los NIH.
Universidades en alerta: impacto desigual en la ciencia académica
La propuesta para eliminar la financiación de costos indirectos como bibliotecas, bioterios, infraestructura digital y personal de apoyo amenaza con desmantelar la capacidad investigativa de las universidades públicas, en especial aquellas de estados con menos recursos.

Las universidades más ricas podrían absorber el impacto, pero las instituciones públicas entre ellas universidades de Arkansas o Tennessee probablemente abandonarían proyectos activos, afectando no solo el avance científico, sino también las oportunidades de formación para estudiantes de bajos ingresos.
Debilitamiento de la vigilancia y respuesta
La eliminación de subvenciones de los CDC y otros organismos federales ha afectado directamente a programas de capacitación, mejora de laboratorios y fortalecimiento de la respuesta comunitaria a enfermedades crónicas. Estas reducciones llegan en un momento crítico, cuando nuevas amenazas como la gripe aviar y el resurgimiento del sarampión requieren mayor vigilancia epidemiológica.
La Dra. Mati Hlatshwayo Davis, directora de salud de St. Louis, reportó la cancelación de cuatro subvenciones en un solo día. “Lo decepcionante es que se han tomado decisiones sin la debida diligencia”, declaró.
Uno de los programas eliminados se centraba en cambios de estilo de vida para reducir riesgo de hipertensión y diabetes, precisamente las condiciones que el Secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., ha prometido priorizar.
Riesgos para la cadena de suministro por tarifas comerciales
Si bien los medicamentos han sido hasta ahora excluidos de las tarifas a importaciones, la posibilidad de imponer aranceles a materias primas médicas sigue latente. Muchos principios activos y suministros básicos hospitalarios jeringas, guantes, campos quirúrgicos son importados, principalmente desde China, y no estarían cubiertos por exenciones.
“Hay una probabilidad incómodamente alta de que algo falle en la cadena de suministro y terminemos con escasez”, advirtió el economista Michael Strain, del American Enterprise Institute.
Un menor volumen comercial también implica menos barcos, más demoras y mayor incertidumbre logística, afectando la disponibilidad de insumos críticos incluso si no suben los precios directamente.
Medicaid bajo presión: cobertura en riesgo para millones
Aunque Trump ha reiterado su compromiso con proteger Medicaid, el programa aparece como una de las fuentes principales de ahorro en las propuestas republicanas para compensar los recortes fiscales. Las cifras preliminares señalan una reducción proyectada de cobertura de hasta 7,7 millones de personas en una década, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
El mecanismo planteado para este recorte son los requisitos laborales, los cuales, aunque en teoría solo afectarían a adultos desempleados, han demostrado ser una barrera administrativa que reduce el número de beneficiarios incluso entre los elegibles.
En 2024, la tasa de personas sin seguro se situó en 8,2 %, uno de los mínimos históricos, en gran parte gracias a la expansión de Medicaid. Cualquier retroceso podría aumentar la atención médica no compensada y poner en riesgo a hospitales rurales y centros comunitarios.