El cáncer de mama continúa siendo una de las principales causas de mortalidad femenina en México. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2023 los tumores malignos representaron la tercera causa de muerte entre mujeres, con 7,980 defunciones registradas atribuidas al cáncer de mama.
La incidencia de la enfermedad ha mostrado una tendencia ascendente en la última década. Entre 2010 y 2023, el número de muertes aumentó 57.6%, evidenciando que, pese a los esfuerzos institucionales, la detección tardía sigue siendo un problema estructural. De acuerdo con los datos oficiales, casi la mitad de las defunciones (48.3%) ocurrieron en mujeres de entre 50 y 69 años, rango etario considerado de alto riesgo.

Detección oportuna: clave para mejorar la supervivencia
La detección temprana del cáncer de mama es determinante para mejorar el pronóstico, ya que permite tratamientos más eficaces y tasas de supervivencia significativamente mayores.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, existen tres herramientas fundamentales de prevención, que deben aplicarse según la edad de la mujer:
- Autoexploración mensual: recomendada a partir de los 20 años.
- Exploración clínica anual: a partir de los 25 años, realizada por un profesional de la salud.
- Mastografía de detección: cada dos años entre los 40 y 69 años, o antes si existen factores de riesgo.
Estas estrategias, complementadas con el ultrasonido mamario en mujeres menores de 40 años con factores predisponentes, conforman la base de la política pública para la detección temprana.
Factores de riesgo: entre la genética y el estilo de vida
El cáncer de mama puede presentarse en mujeres de cualquier edad, incluso sin antecedentes familiares. No obstante, la Secretaría de Salud agrupa los factores de riesgo en cuatro categorías principales:
1. Biológicos:
Ser mujer, la edad avanzada, la historia familiar de cáncer, la presencia de mutaciones genéticas (como BRCA1 y BRCA2) y una vida menstrual prolongada (menarquia temprana y menopausia tardía).2. Ambientales:
Exposición a radiaciones ionizantes, especialmente durante etapas de desarrollo, o antecedentes de radioterapia torácica.3. Reproductivos:
No haber tenido hijos, embarazo después de los 30 años o terapias hormonales prolongadas.4. De estilo de vida:
Alimentación rica en grasas y carbohidratos, obesidad, sedentarismo, consumo de alcohol o tabaco.
El abordaje integral de estos factores representa un desafío tanto clínico como educativo, ya que muchos son modificables y pueden prevenirse mediante intervenciones de salud pública y promoción de estilos de vida saludables.
Costo de los estudios: brechas en el acceso al diagnóstico
La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), a través de su Dirección General de Estudios sobre Consumo, realizó un levantamiento de precios de mastografías y ultrasonidos de mama en cinco estados del país entre el 15 y 20 de agosto de 2025.
Los resultados revelan una amplia variación en costos, lo que puede limitar el acceso a los estudios diagnósticos, especialmente en población sin seguridad social.



Mientras que Salud Digna ofrece precios accesibles (menos de $400 por estudio), instituciones privadas como Olab Diagnósticos Médicos o Laboratorio Médico Polanco alcanzan costos superiores a $1,400 por examen, reflejando una desigualdad económica significativa en el acceso al diagnóstico temprano.
Cobertura pública y campañas gratuitas
Cada mes de octubre, con motivo del Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, las Secretarías de Salud estatales y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) intensifican las campañas de mastografías gratuitas en hospitales generales, unidades médicas y centros de salud.
Estas acciones buscan reducir las barreras de acceso, sobre todo en regiones rurales o de bajos ingresos. No obstante, la cobertura sigue siendo limitada frente a la magnitud del problema. La OMS ha insistido en que la detección temprana y el tratamiento oportuno pueden reducir hasta en 30% las muertes por cáncer de mama cuando los servicios son universales y continuos.
Un enfoque integral: educación, acceso y equidad
El cáncer de mama no solo representa un reto médico, sino también un desafío social y de política pública. Su control requiere estrategias intersectoriales que integren educación sanitaria, atención primaria fortalecida y políticas de cobertura universal.
Expertos en salud pública coinciden en que el éxito de los programas depende tanto del diagnóstico oportuno como de la continuidad del tratamiento, la disponibilidad de recursos oncológicos y la reducción de desigualdades regionales.
El llamado de las autoridades sanitarias es claro: “La detección temprana está en tus manos”, subrayando la responsabilidad compartida entre la población, los servicios de salud y el Estado para disminuir el impacto de esta enfermedad.
Recomendaciones esenciales para la población femenina
- Realizarse autoexploración mensual.
- Acudir a revisiones médicas periódicas, incluso sin síntomas.
- Evitar factores de riesgo modificables: alcohol, tabaquismo, obesidad y sedentarismo.
- Solicitar información clara sobre precios, ubicaciones y procedimientos antes de los estudios.
- Comparar al menos tres opciones antes de decidir dónde realizarse los exámenes diagnósticos.
La PROFECO recomienda además verificar que los datos personales estén correctos al momento del etiquetado de las pruebas y preguntar siempre al médico en qué consiste el estudio solicitado para tomar decisiones informadas.
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