La partería, como práctica milenaria y componente fundamental de la atención primaria en salud sexual y reproductiva, ha recibido el pasado 5 de mayo un respaldo oficial contundente por parte del Gobierno mexicano. Con motivo del Día Internacional de la Partería, la Secretaría de Salud reafirmó el papel esencial que desempeñan las parteras (profesionales y tradicionales) en la mejora de los indicadores de salud materna y neonatal, especialmente en contextos rurales e indígenas.
En su comunicado oficial, la institución destacó que estas actoras sanitarias no solo reducen la mortalidad materna y perinatal, sino que también contribuyen a disminuir el número de cesáreas innecesarias, fomentando prácticas de parto seguras, dignas y centradas en la mujer.
La NOM-020-SSA-2025: un hito en la política pública de salud sexual y reproductiva
Uno de los avances más significativos en este terreno fue la reciente publicación de la Norma Oficial Mexicana NOM-020-SSA-2025. Emitida por la Subsecretaría de Políticas de Salud y Bienestar Poblacional y el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, esta norma reconoce formalmente la partería dentro del Sistema Nacional de Salud.
La NOM establece un marco que garantiza la participación activa de las parteras sin importar su nivel de profesionalización en la atención de embarazos de bajo riesgo. Esta inclusión se da sin imponer criterios de certificación que desconozcan los saberes ancestrales, permitiendo así una atención intercultural basada en el respeto, la seguridad y la pertinencia cultural.
Impacto de la partería en comunidades rurales e indígenas
En zonas con limitado acceso a servicios hospitalarios, las parteras representan muchas veces el único vínculo entre la mujer embarazada y el sistema de salud. Este modelo de atención no solo responde a una necesidad operativa, sino también a un imperativo de justicia sanitaria.
El reconocimiento institucional a su labor implica avanzar en la equidad en el acceso, mejorar la experiencia del parto y revalorizar los conocimientos transmitidos de generación en generación. La Secretaría de Salud enfatizó que “la integración de la partería en el sistema nacional fortalece la confianza de las mujeres en los servicios médicos y promueve prácticas más humanizadas”.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el acceso a servicios dirigidos por parteras podría reducir hasta en dos tercios la mortalidad materna y neonatal en contextos con recursos limitados. En México, las parteras aún enfrentan desafíos significativos: falta de reconocimiento institucional en algunas entidades federativas, barreras administrativas, condiciones laborales precarias y escasos espacios para la formación continua.
La conmemoración del Día Internacional de la Partería se convierte, así, en una oportunidad estratégica para visibilizar estos desafíos y avanzar en la implementación de políticas públicas que fortalezcan su formación, regulen su ejercicio profesional y mejoren sus condiciones de trabajo.
Políticas públicas y futuro de la atención materna
Desde 1991, año en que la Confederación Internacional de Matronas instituyó el Día Internacional de la Partería, más de 100 países lo conmemoran como un momento clave para reflexionar sobre el papel de las parteras en el sistema de salud.
En este marco, la Secretaría de Salud ha hecho un llamado a continuar promoviendo una atención respetuosa, segura y culturalmente adecuada para todas las mujeres. Este enfoque se alinea con los principios de la atención primaria en salud y con los compromisos internacionales adquiridos por México en materia de derechos humanos y salud reproductiva.
La inclusión efectiva de la partería no como un complemento, sino como un pilar fundamental dentro del modelo de atención nacional puede transformar radicalmente el cuidado del embarazo y el parto en México. Esto implica generar estrategias articuladas entre el gobierno, la academia, las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades, que reconozcan la labor de las parteras como agentes clave en la salud pública.