La Secretaría de Salud de México ha anunciado que el país avanza significativamente hacia la eliminación del paludismo, con el objetivo de lograr el estatus de «Paludismo Autóctono Cero» para 2026. Esta estrategia busca erradicar la transmisión local de la enfermedad en todo el territorio mexicano, un paso fundamental para garantizar la salud pública a nivel nacional.
El paludismo autóctono se refiere a los casos de la enfermedad que son originados dentro del país, donde la transmisión ocurre de manera local, a través de mosquitos infectados del género Anopheles. Esta es la forma más peligrosa de la enfermedad, ya que indica que el ciclo de transmisión se mantiene activo dentro del territorio. En contraste, los casos importados de paludismo son aquellos adquiridos en otros países y diagnosticados en personas que ingresan a México posteriormente.
México en el camino hacia la certificación de la OMS
De acuerdo con Gerardo Reyes Cabrera, responsable de la División de Paludismo del Centro Nacional de Prevención y Control de Enfermedades (CENAPRECE), el logro de la meta de Paludismo Autóctono Cero pondría a México en condiciones de ser certificado como libre de transmisión autóctona de paludismo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2029. Esto sería un hito histórico para el sistema de salud mexicano, marcando un antes y un después en la lucha contra esta enfermedad.
Para lograr este objetivo, México ha implementado un enfoque integral que abarca no solo el diagnóstico y tratamiento, sino también la prevención y saneamiento básico en las áreas más afectadas por la malaria. En la actualidad, 30 de los 32 estados del país ya se encuentran libres de paludismo, lo que refleja un avance considerable en la reducción de la transmisión local.
Estrategias de prevención y control
El Centro Nacional de Prevención y Control de Enfermedades (CENAPRECE) ha destacado que el éxito de esta estrategia se debe a acciones preventivas coordinadas entre autoridades sanitarias, comunidades y profesionales de la salud. En este sentido, Reyes Cabrera destacó la importancia de seguir medidas de protección personal y del entorno para reducir la exposición al mosquito transmisor. Estas medidas incluyen:
- Evitar el contacto con mosquitos vectores, especialmente durante la noche y al amanecer.
- Mantener limpios los alrededores del hogar y eliminar criaderos de mosquitos.
- Usar ropa de manga larga y colocar mosquiteros o pabellones para dormir.
Estas prácticas, junto con campañas educativas y de concientización, han sido fundamentales para lograr la reducción en la incidencia del paludismo, especialmente en las zonas más vulnerables del país.
Acceso a tratamiento gratuito y diagnóstico oportuno
El tratamiento para el paludismo es totalmente gratuito y se ofrece en todas las unidades de salud de México, lo que garantiza que las personas que presenten síntomas puedan acceder al tratamiento sin barreras económicas. Sin embargo, el tratamiento solo se administra tras la confirmación diagnóstica y la identificación del tipo de parásito presente, ya que existen diferentes especies de Plasmodium que requieren terapias específicas.
Así mismo, el diagnóstico temprano y el acceso oportuno al tratamiento son cruciales para evitar complicaciones graves y la propagación de la enfermedad. La estrategia de diagnóstico se basa en pruebas rápidas y microscopía, lo que permite identificar rápidamente a los pacientes afectados y asegurar que reciban el tratamiento adecuado.
El papel de la comunidad en la erradicación del paludismo
El compromiso comunitario ha sido un factor esencial en el éxito de las campañas de vacunación y control del paludismo en México. La Secretaría de Salud reconoce el esfuerzo de las comunidades locales y de los profesionales del sector salud en la implementación de estas medidas. En este sentido, Reyes Cabrera hizo un llamado a la participación de la población, recordando que la lucha contra el paludismo es una responsabilidad colectiva.
Por lo cual, la cooperación entre las autoridades locales, los gremios médicos y los líderes comunitarios ha permitido que las acciones preventivas sean más efectivas, creando una red de apoyo que facilita el acceso a las medidas de salud necesarias.
Desafíos y perspectivas a futuro
A pesar de los avances, México todavía enfrenta varios desafíos en su camino hacia la eliminación del paludismo autóctono. Las zonas rurales y las áreas con difícil acceso siguen siendo puntos críticos donde la transmisión del paludismo puede persistir. Además, los casos importados siguen representando un riesgo, especialmente en regiones cercanas a las fronteras o con altos niveles de movilidad migratoria.
De esta manera, para mantener los avances logrados será necesario fortalecer la vigilancia epidemiológica, seguir impulsando las acciones de prevención y continuar con la educación comunitaria. A largo plazo, México busca no solo eliminar el paludismo autóctono, sino también mantener un sistema de salud resiliente capaz de detectar y responder rápidamente a cualquier brote futuro.
Un modelo exitoso de prevención y tratamiento
El proceso que México ha iniciado para alcanzar la eliminación del paludismo autóctono es un modelo exitoso basado en una estrategia integral que combina prevención, diagnóstico oportuno y tratamiento accesible. Con el compromiso de las autoridades sanitarias, la colaboración comunitaria y el apoyo internacional, México está demostrando que es posible erradicar enfermedades infecciosas complejas, convirtiéndose en un referente en salud pública.
El objetivo de ser reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un país libre de transmisión autóctona de paludismo es una meta alcanzable, pero dependerá del compromiso continuo y de estrategias de salud pública adaptativas y eficaces.
